Richard Carapaz fue el mejor posicionado de Latinoamérica en la prueba de ruta masculina del Mundial de Ciclismo de Imola (Italia), este domingo. El ecuatoriano cruzó 22.º la meta (diferencia de +1 min 34 s), en una prueba que consagró al francés Julian Alaphilippe (6 h 38 min 34 s).
El galo se proclamó campeón del mundo de fondo en carretera al imponer su clase en el selectivo recorrido de 258,2 km de la prueba en línea de los Campeonatos del Mundo de ciclismo.
Alaphilippe atacó en la última subida al muro de Cima Gallisterna, a unos 12 km de meta, y llegó en solitario, con una ventaja de 24 segundos sobre un grupo perseguidor de cinco corredores que se jugó el resto de las medallas.
El gran favorito, el belga Wout van Aert, consiguió la plata y otro de los que más contaba, el suizo Marc Hirschi, se hizo con el bronce.
La selección española no estuvo mal hasta esa última cota, con Mikel Landa, Pello Bilbao y Alejandro Valverde amagando con aparecer entre los mejores, pero no estuvo en el corte decisivo. Al final, el Bala, que suma siete medallas, acabó octavo.
También el colombiano Rigoberto Urán y Carapaz tuvieron su protagonismo en los momentos previos a los que resultaron decisivos, pero tampoco lograron meterse en el corte final bueno. De los competidores de América, la Locomotora del Carchi fue el segundo mejor, solo por detrás del canadiense Michael Woods (12.º).
Los tricolores Jonathan Caicedo y Jefferson Cepeda no llegaron entre los primeros 60 clasificados, según datos iniciales. Incluso Cepeda abandonó la prueba en el km 200. El equipo nacional tuvo en el comando técnico a Santiago Rosero.
Alaphilippe dio a Francia su trigésima sexta medalla en la prueba y el noveno oro, el primero desde que Laurent Brochard ganó en San Sebastián en 1997. (El Universo)