Si es de los que trabaja más de diez horas al día, empiece a bajar el ritmo. Una nueva investigación asegura que esa práctica eleva los riesgos de sufrir un accidente cerebrovascular.
¿Qué tan alto es ese riesgo? El seguimiento que hicieron los investigadores a más de 140.000 participantes reveló que las jornadas extensas de trabajo aumentan las probabilidades de padecer de un derrame cerebral en un 29 %. Pero esa posibilidad es mayor aún (45 %), si esa rutina laboral la ha mantenido por diez años o más.
El estudio, que se publicó en la revista Stroke, de la Asociación Americana del Corazón, reveló también un aspecto que los investigadores no esperaban: se ven más de estos efectos en las personas menores de 50 años.
Los accidentes cerebrovasculares, que ocurren cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se detiene, están catalogados como la segunda causa de muerte en el mundo y pueden generar discapacidades graves.
Por eso, los autores del estudio sugieren trabajar de forma más organizada y realizar deporte y actividades recreativas. Los investigadores explicaron además que para realizar este estudio se consideró como una jornada extensa al trabajo que se hace por más de diez horas durante al menos 50 días al año.
Estudios anteriores habían evidenciado los daños a la salud que causan los turnos irregulares, el trabajo nocturno y la presión en el trabajo.