Primicias.- La Policía tiene indicios de que los tres secuestradores que murieron en un accidente de tránsito tras una persecución policial en el sur de Ambato (Tungurahua), retuvieron a tres víctimas para financiar “un gran golpe” delictivo en una entidad de la ciudad.
Los agentes a cargo de la investigación prefieren no dar detalles de la actividad específica de la entidad que iba a ser objeto de un delito, para no alertar a una banda delictiva que podría concretar el asalto.
Mientras planificaban el robo, los sospechosos buscaban dinero para financiar su estadía y actividades en Ambato, ciudad en la que habían alquilado un departamento una semana antes del 5 de junio de 2023, cuando fallecieron en el accidente junto a sus víctimas.
Según la Policía, Jimmy Yupa, de 25 años; Bolívar Lisintuña, de 30; y Javier Fazo, de 28 años, salieron a buscar víctimas para secuestrar con las que “obtener dinero y sobrevivir”, hasta que se concretara “el gran golpe”. Los tres registran antecedentes penales por delitos como robo y asociación ilícita, según registros de la Policía Judicial. El sargento Hólguer Chicaiza, de la Dinased en Tungurahua, asegura que el asalto y posterior secuestro no fueron planificados.
Durante su recorrido, los implicados detectaron un camión de transporte de productos, al que persiguieron desde Alobamba, en el cantón Tisaleo, a 13 kilómetros de Ambato. En el sector denominado ‘Manzana de Oro’, en Huachi Grande, en Ambato, le dispararon al camión e interceptaron a sus ocupantes.
Los delincuentes se movilizaban en un auto, una camioneta y en otro camión. Luego de neutralizar a sus víctimas, los sospechosos las ataron y colocaron detrás de los asientos del auto que habían comprado hacía un mes en una casa automotriz de Guayaquil, y que estaba a nombre de una mujer, según los agentes.
Se encargaron, además, de bajar toda la mercadería del camión secuestrado, valorada en USD 9.000, que pertenecía a una empresa del cantón El Triunfo, en Guayas. El conductor del camión, Andrés Naula, se dirigía a Quito junto con dos amigos, quienes decidieron acompañarlo en el viaje.
La tragedia
El coronel William Calle, jefe de la Subzona de Policía en Tungurahua, informó que el objetivo de la banda no era extorsionar a la familia de los secuestrados.
Agregó que iban a abandonar a las víctimas en una quebrada, al igual que los restos del camión asaltado, después de robar todos los accesorios. Pero los policías fueron alertados sobre el asalto y empezó una persecución.
Los secuestradores intentaron girar en una curva por el Paso Lateral, donde un bus los arrastró 100 metros hasta estrellar contra una montaña el auto en que se movilizaban.
Agentes del SIAT confirmaron que el accidente se produjo por exceso de velocidad y por la invasión del carril del vehículo en que viajaban los presuntos asaltantes y sus víctimas. Los demás implicados lograron escapar y ahora están en la mira de la Policía en Tungurahua.
Peligros en las carreteras
La Cámara de Industrias y Producción ha expresado su preocupación por los riesgos que corren las empresas, cuando los vehículos en los que transportan sus productos hacia otras provincias son asaltados en las carreteras. Incluso la presidenta de la Cámara, María Paz Jervis, dijo a PRIMICIAS, en octubre de 2022, que “hay zonas del país en las que la distribución de productos está absolutamente controlada por el crimen organizado“.
La institución ha detectado que las provincias de la Costa registran más casos de asaltos en las carreteras, aunque también ocurren en varios sectores de la Sierra ecuatoriana.