A 25 años de prisión fue sentenciado el tercer y último responsable del asesinato de Mónica G., quién en el 2013 fue candidata a presidenta del Club Sociedad Deportiva Aucas.
Se trata de Jhonatan Gustavo L. P., quien, después de haber permanecido prófugo por casi cinco años, fue detenido por la Interpol en Colombia, en mayo de 2019, al ejecutarse la difusión roja que pesaba en su contra por este caso.
La mañana y tarde del 26 de septiembre de 2019 fue juzgado y sentenciado por un tribunal de Garantías Penales de Pichincha, como autor del asesinato perpetrado el 29 de agosto de 2013, día de las votaciones en el club deportivo.
“Se demostró que actuó con alevosía […], de forma premeditada […], que actuó para que el asesinato sucediera sin riesgos, que sus actos fueron coadyuvantes para el hecho”, precisó la jueza ponente, Mabel Tapia, al anunciar el fallo condenatorio. Asimismo, en la sentencia se dispuso que el procesado entregue diez mil dólares como reparación a la familia.
La organización de un crimen
Jhonatan Gustavo L. P. –que utilizaba la identidad falsa de “Juan Chávez”– planificó el crimen con Gerardo Arturo U. B., gerente financiero de la empresa de la familia de Mónica G., según la teoría del caso del fiscal Ángel García, de la Unidad Especializada en Personas y Garantías de Pichincha.
Se conocieron en un burdel del norte de Quito, donde Jhonatan Gustavo L. P., con su nombre falso, era administrador. Según su testimonio entregado al Tribunal, se encontró una cédula de ciudadanía en el local y le puso su fotografía, pues en ese tiempo tenía una boleta de captura. Dijo que con Gerardo Arturo U. B. entregaban servicio de damas de compañía, por lo que abrió cuentas bancarias con su identidad falsa, para recibir el dinero producto del negocio.
Sin embargo, recibía transferencias de dinero realizadas por Gerardo Arturo U. B., de la cuenta bancaria de la empresa de la víctima. El perito contable, Gonzalo R., señaló un desvío de dinero de 368.480 dólares, transferidos a diferentes cuentas, incluidas las de “Juan Chávez”.
Buscaron encubrir el desfalco. David Rosendo Y. T. fue contratado por “Juan Chávez” para hacer “un trabajo”. Le entregó el arma en una bolsa, precisó el perito Leonidas Iza, quien extrajo la información del testimonio anticipado de David Y. T.
Luego, lo transportó hasta el lugar de trabajo de la víctima y después del crimen se movilizaron algunos kilómetros y se separaron; así los demostró Fiscalía, con el reporte satelital del recorrido del vehículo que alquiló dos días antes del asesinato.
Una vez consumado el crimen, “Juan Chávez” le entregó a David Y. T. mil quinientos dólares y luego cuatro mil más.
Que Jhonatan Gustavo L. P. y “Juan Chávez” eran la misma persona, se confirmó con el testimonio del perito de identidad morfológica, Milton Jiménez, testigo de la Fiscalía en la audiencia de juicio. Las triangulaciones de llamadas que se hicieron a sus teléfonos celulares, antes y durante el día de los hechos, demuestran la planificación de este delito.
La empresaria quiteña recibió un disparo en el pecho, mientras estaba en su oficina, ubicada en el sector de Santa Rita, en el sur de Quito. Ese día se despedía de su padre, porque viajaría a la playa con sus hijos y hermano.
Datos de interés
Este caso se sentenció bajo el artículo 450.1 del Código Penal, que contempla una pena de dieciséis a veinticinco años de reclusión mayor extraordinaria para la persona que asesine a otra con alevosía e indefensión de la víctima.
Gerardo Arturo U. B. y David Rosendo Y. T. fueron sentenciados a veinticinco años de reclusión mayor extraordinaria, como autores de asesinato, el 31 de julio de 2014. Sus sentencias están ejecutoriadas.
El 8 de septiembre de 2013, como resultado de las investigaciones preliminares de Fiscalía y Policía Nacional, Gerardo fue detenido en El Condado, norte de Quito, mientras arribaba de un paseo familiar. En cuanto a David, fue detenido en el sector de Fertisa, en el sur de Guayaquil, cuando asistía a una pelea de gallos. (Boletín)