7 asesinatos diarios ha sido el promedio de los primeros seis días del estado de excepción que rige en las provincias de Esmeraldas, Manabí y Guayas, consideradas, por las autoridades como las jurisdicciones más violentas del país.
Y solo ayer, en Guayas, se registraron las muertes de un policía en servicio activo y un sargento en estado pasivo. Además, en una de las zonas más seguras de Guayaquil, en la entrada de un hotel ubicado en el norte, ocurrió un ataque a tiros que dejó una víctima mortal; minutos antes, dos hombres fueron asesinados en Paraíso de la flor.
Mas el terror por hechos violentos también se vivió en la noche del miércoles, en el Guasmo sur, cuando dos hombres fueron acribillados. Es decir, para los criminales no hay estado de excepción, ‘cazan’ a sus víctimas a todas horas del día.
En Paraíso de la Flor fueron asesinados José Vicente Carbo Ordóñez y Jacinto Feliciano Gómez Mantuano.
Con huellas de tortura
La última vez que los familiares del sargento de policía en servicio pasivo José Ignacio Campaña Molina, de 44 años, lo vieron con vida fue a las 18:00 del miércoles. Catorce horas después, sus seres queridos recibieron una llamada en la que les informaban que una persona con sus características físicas había sido encontrada sin vida. El cadáver fue hallado en un sector apartado de la ciudad, conocido como La Cantera, en la cooperativa Voluntad de Dios, en el sector de Monte Sinaí, al noroeste porteño. El hallazgo lo hizo un menor de edad.
Un morador afirmó que el pequeño salió junto a su perro a botar la basura y que la mascota se le escapó y avanzó hasta donde estaba el cadáver. “El niño salió corriendo y asustado le comentó a sus familiares. Ellos llamaron al ECU-911”, afirmó el lugareño.
El cuerpo del uniformado, nacido en la ciudad de Quito, tenía señales de tortura y junto a él se encontró la credencial que lo identificaba como exmiembro de la institución. Una hora después del hallazgo, la esposa, la hija y una sobrina del exuniformado arribaron hasta el sitio donde fue encontrado el cuerpo. Llegaron acompañados de otros parientes y amigos.
“Dios mío, no puede ser. Quiero verlo, quiero verlo, déjenme pasar”, suplicaba llorando la cónyuge del expolicía. Sus seres queridos trataban de calmarla, mas ella cruzó la cinta de seguridad puesta por los investigadores e hizo todo lo posible para acercarse hasta el sitio donde yacían los restos de su amado.
El coronel Carlos Ortega, comandante del distrito Nueva Prosperina, informó que Campaña salió la tarde del miércoles a trabajar como taxista informal en su vehículo y desde ese momento sus parientes desconocían de su paradero.
“Es un policía en servicio pasivo, hace un año pidió el cese de sus funciones. Se radicó en la ciudad de Guayaquil. En la escena se hallaron varios indicios como objetos contundentes y documentación que estarían asociados a este hecho. Tenía golpes en su rostro y en su cuerpo. No se hallaron indicios balísticos. Al parecer, lo mataron en este lugar”, explicó el oficial.
Sin embargo, un hecho que llamó la atención de los uniformados es que mientras se realizaban las pericias en el sector un drone sobrevoló la zona por más de dos minutos.
El jefe del distrito Nueva Prosperina también se refirió a este inusual suceso y dijo que no se puede permitir que a través de objetos tecnológicos se invada una escena del crimen. “Estamos en la búsqueda de las personas que lo estaban manipulando, hemos activado personal de inteligencia de la Policía”, afirmó el jefe policial.
Plomo en gallera
El policía Joel Enrique Bohórquez Correa, de 32 años, y el civil César Antonio Gallo Reyes, de la misma edad, fueron asesinados a tiros dentro de una gallera clandestina, la madrugada de ayer, en el barrio Ecuador, del cantón Playas, en Guayas.
En este hecho violento también resultó herida una mujer, de 28 años, quien sería la cónyuge del agente tiroteado, quien era oriundo de la localidad, pero brindaba sus servicios en el cantón Mocache, de la provincia de LosRíos.
Su madre, Sonia Correa, confirmó esos detalles y sostuvo que su vástago había llegado para disfrutar de sus días de vacaciones.
Algunos lugareños, bajo reserva, comentaron que el gendarme acostumbraba a ‘pelotear’ en las canchas del malecón y que era conocido en la barriada. También mencionaron, acongojados, que una familia que habita en la parte posterior de la gallera se salvó de milagro, pues tienen paredes de caña y las balas pudieron fácilmente atravesarlas.
En un informe preliminar de la investigación se detalla que los criminales se movilizaban en una motocicleta. La gallera fue clausurada.
‘Quebraron’ a dos
El caos se apoderó de una zona popular del cantón Chone, en Manabí, cerca del mediodía de ayer, pues unos criminales llegaron hasta las calles Ramos Iduarte y descargaron algunos tiros en contra de dos personas, quienes fallecieron.
En el lugar, los investigadores levantaron más de 12 indicios balísticos.
¡Sargento sobrevivió a un ataque violento!
Ricardo Valencia Casierra, sargento de Policía, fue intervenido quirúrgicamente durante cuatro horas en el Hospital del Sur, en Esmeraldas, tras sufrir 11 perforaciones en el intestino delgado, ocasionadas por una bala que le impactó en el abdomen. El servidor policial está vivo de milagro.
Valencia fue atacado por cuatro sicarios que se movilizaban en dos motos. El hecho ocurrió en las inmediaciones del Hospital Básico del IESS, cerca de las 23:45 del miércoles, cuando el uniformado se dirigía a su domicilio, después de su jornada habitual de trabajo.
Según Javier Buitrón, comandante de Policía de Esmeraldas, el sargento Valencia logró herir a uno de sus atacantes, pero después de realizar un barrido por todos los hospitales y clínicas de Esmeraldas se conoció que nadie había ingresado a estas casas de salud con herida de bala, por lo que aún no hay detenidos en este caso de tentativa de homicidio.
“Están pasando un mensaje bastante claro”
Para el especialista, el estado de excepción no es la solución para combatir la violencia en Ecuador, “pero no es un mal paso”. Sostiene que es necesario hacer un trabajo integral: “hay que unir a la sociedad civil y hay que hacer mucha labor de Inteligencia. También deben trabajar todas las entidades gubernamentales…”.
Yépez asegura que “no es ninguna coincidencia que estén matando a policías. Están pasando un mensaje bastante claro de que ellos tienen un control, el poder. Eso está claro. (…) Ya no respetan a los uniformados, involucrados o no en algún delito”.
El experto precisa que este tipo de ataques, que en la actualidad se han incrementado, pueden terminar con más víctimas colaterales, pues se registran en sitios públicos, de alta concurrencia. “El gobierno dice que va a dar lucha a las mafias, pero ellos también envían su mensaje”, concluye. (Diario Extra)