Silos de cinco cantones en el país, entre ellos Portoviejo, están sin uso desde hace dos años

En las plantas de acopio de gramíneas con grandes estructuras cilíndricas el movimiento se ha reducido al personal que cuida las instalaciones, y de otros que ultiman gestiones para cerrar definitivamente las operaciones.

Ya no hay descargas de productos desde camiones que provenían del agro de DauleBabahoyoVentanasQuevedo Portoviejo, donde se encuentran esos centros.

Se trata de silos de la Unidad Nacional de Almacenamiento (UNA), que desde 2013, cuando se empezaron las labores, sirvieron para el almacenamiento de arroz, maíz, quinua, leche en polvo y otros.

Con una capacidad de hasta 50 000 y 70 000 toneladas, este sistema ayudó a los agricultores de la Costa a mantener en estos siete años el precio de sustentación o el valor oficial para la venta de
sus cultivos.

Hoy el sector pide que las 73 estructuras cilíndricas ubicadas en esos cantones de GuayasLos Ríos y Manabí sean cedidos a ellos para reactivarlos.

La Confederación de Comunas del Ecuador y la Asociación de Producción Agropecuaria La Sabana están detrás de esos requerimientos.

Pero el destino que tengan las infraestructuras de la UNA, que tiene un total de activos por USD 126 millones, no se ha definido.

Esta empresa pública está en fase de liquidación desde septiembre de 2020 y según el delegado que lleva ese proceso, Luis Hernández, se prevé terminar entre el 28 de febrero y 15 de marzo de este año.

El cierre está retrasado, porque no se ha logrado cumplir con el objetivo principal que es la transferencia de los bienes y el cumplimiento de una parte de los pagos con acreedores agricultores que vendieron su producción.

El avance de la liquidación es del 70% a la fecha.

El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) debe asumir esa delegación, según los tres decretos ejecutivos emitidos entre el Gobierno anterior y el actual, en dos de los cuales se establecieron prórrogas para que se cumpla con la liquidación.

El argumento que llevó a esta decisión se debe a los planes de austeridad del régimen anterior.

En 2020, la UNA manejó un presupuesto de USD 40 899 686 y tuvo egresos por USD 18 320 615,92.

La entidad agraria también debe definir cómo se manejarán los silos una vez que se concrete el cierre. Carlos Rengifo, presidente de la Asociación de Producción Agropecuaria La Sabana, en Manabí, asegura que aún no se ha pagado a una parte de los agricultores que hasta hace dos años confiaron su producción a la UNA. En esa provincia se reportan pendientes de pagos con cultivadores de los cantones RocafuerteBolívarPortoviejo Manta.

De acuerdo con Hernández, liquidador de la UNA, hasta que se cumpla el plazo previsto se pagarán los montos adeudados. Señala que hasta el momento, entre venta de bienes y pagos, se han movido USD 1 020 000.

La reactivación de los silos ha sido debatida por los gremios de arroceros maiceros, tras las protestas por el pago justo de sus productos.

Para Xavier Valencia, consultor en temas agrarios, de darse la concesión a los hombres del agro, bajo un modelo adecuado, podrían desactivarse esos históricos reclamos. Lo que ocurre, agrega, es que por los USD 30 y 32 que cuesta el quintal de arroz al precio oficial les terminan pagando USD 20 en la intermediación.

Aunque con el maíz sucede lo mismo, hay meses en los que la alta demanda por el acaparamiento, por ejemplo, se eleva el quintal de USD 14,60 a USD 25. El pequeño agricultor por lo general recibe entre USD 8 y 10. El dirigente del sector maicero en Manabí, Joffre Quimis, asegura que la función de la UNA era clave para romper con la intermediación que siempre los perjudica.

Por eso, su gremio apoya la idea de que se transfiera la operación a los agricultores. En la última rendición de cuentas de la UNA, de 2019, se dio cuenta de una compra de 68 toneladas de arroz en cáscara por USD 26 542 y 113 toneladas de maíz duro por USD 38 827,56.

Las ventas de la gramínea llegaron a 7 163 toneladas a un costo de USD 3 119 835,52. Del maíz se lograron colocar 33,63 toneladas por un valor de USD 5 189,81. Dos años, antes por la comercialización del arroz se reportaron 32 772 toneladas y solo 47 de maíz. (El Comercio)

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