Con la idea de lograr un sobresaliente desempeño en un concurso mundial y el orgullo de saber que 150 niños y jóvenes en el país utilizan el dispositivo creado por ellos para propiciar una movilidad más segura, un grupo de universitarios alista su viaje a Ginebra, Suiza, para presentar su proyecto, designado finalista en la Cumbre Mundial para la Sociedad de la Información (CMSI).
Eyeborg es la herramienta electrónica que emite señales sonoras o vibratorias y así previene tropiezos en personas con dificultad visual. Figura como una minicámara colgada en el pecho del usuario.
Gabriela Tulcanazo, directora del proyecto HandEyes, dice que es complementaria al bastón para un joven o adulto, pero que en caso de niños, estos pueden lograr tal confianza incluso para andar en bicicleta.
“Permite a las personas invidentes extender sus sentidos y movilizarse de manera más confiable y autónoma, ya que genera un mapa de ecolocalización”, explica Gabriela y remarca no es un dispositivo para una persona completamente ciega. “Debe tener 75% de ceguera”, menciona.
El proyecto HandEyes surgió hace cinco años en las aulas de la Escuela Politécnica del Ejército (ESPE). La idea fue del lojano Diego Aguinsaca, un apasionado por la robótica quien tiene hermanas con discapacidad visual. Un familiar le pidió trabajar en un dispositivo para personas invidentes.
Así creó una especie de brazalete con teclas. La propuesta recibió apoyo de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), a través del programa Banco de Ideas.
La minicámara Eyeclip supone el prototipo 14 de la herramienta, diseñada luego de cinco años de investigaciones.
En Ginebra, el grupo que completan Fabricio Reyes, Cristian Carvajal, Doménica Hidalgo, Priscila Mora y Sandra Valverde, presentará el Eyeborg, versión que constituye un chip diseñado para implantarse en la frente del usuario.
“Queremos exponer que los jóvenes podemos aportar con este tipo de proyectos para beneficio social, diseñado con trabajo en cibernética y mecatrónica”, menciona Sandra, del grupo de jóvenes quiteños.
Remarca que 150 niños y jóvenes en el país utilizan el producto tipo minicámara, que en diciembre entregaron un lote de 20, con beneficiarios en Guayaquil, y que aspiran a producir más lotes con apoyo de fundaciones y padrinos. “Producir uno cuesta $ 200, es por eso que hay que hacerlo en serie”, comenta Sandra.
El certamen en Suiza se efectuará del 8 al 12 de abril próximo. Aquella cumbre, que cuenta con el aval de la Organización de Naciones Unidas (ONU), reconoce el esfuerzo de proyectos sociales que se alinean al cumplimiento de los denominados Objetivos de Desarrollo Sostenible. Será la primera participación de un proyecto ecuatoriano en aquella instancia.
“Esto demuestra la capacidad de jóvenes ecuatorianos de producir ideas, tecnologías, de innovación; que también las empresas inviertan en nosotros, para que Eyebord sea un producto que ya pueda la gente utilizar”, concluye Sandra.
Proyecto
En el perfil HandEyes, en Facebook, están disponibles más datos del proyecto universitario HandEyes, así como registros de las jornadas en las que los creadores de los dispositivos han entregado los EyeClip a niños y jóvenes del país. Ahí, administradores de la página agradecen los votos que les permitieron que su propuesta sea una de las cinco finalistas en el WSIS Prizes 2019. (El Universo)