Durante 12 años los 10 fotorradares que serán instalados en la ciudad de Esmeraldas estarán operativos, según el contrato entre el Municipio y el Consorcio Vial Esmeraldas (Covies).
Convinieron en que el Municipio recibiría el 51% de todo el dinero recaudado por las multas a choferes y el 49% restante para quienes invierten 5,2 millones dólares para el funcionamiento de los dispositivos.
Los del Cabildo se muestran altamente convencidos que con los 10 fotorradares que serán instalados se reducirán los índices de accidentes y muertes en carreteras. En cambio, los taxistas afirman que eso no salva vidas, sino que busca recaudar dinero.
Los choferes proponen que se semaforice y señalice de manera urgente la ciudad de Esmeraldas, pero los otros aseguran que en un año, desde el 1 de marzo que empezarían a funcionar los dispositivos, se semaforizarán y señalizarán 20 intersecciones.
¿Juego de intereses?
Para verificar el óptimo funcionamiento de los equipos, se hicieron ‘pruebas secas’, es decir, se tomaba la foto al carro que superaba los 50 kilómetros por hora y se enviaba al correo electrónica la notificación que superó el rango.
Desde marzo se impondrá la multa de 120 a 400 dólares, equivalentes a un salario básico. En un mes de prueba se emitieron 10.000 ‘infracciones secas’.
Los taxistas ayer salieron a protestar pacíficamente a las calles con sus unidades y caminando. Entre gritos y gritos rechazaban la forma de control, porque creen que eso les perjudicará duramente y ponen como ejemplo que en la ruta hacia el hospital se instaló un fotorradar, pese a que es una ruta de emergencia.
Mas, eso no es todo lo que piden. Rubén Klínger, uno de los dirigentes del taxismo, pide la salida del director municipal de Tránsito, Lenín Chica Arteaga, a quien acusa de querer imponer los dispositivos y no hablar con ellos sobre el tema.
“Los fotorradares no evitan accidentes de tránsito, lo único que hacen es que se lucren”, comenta el dirigente, advirtiendo que de implementarse ese sistema, los esmeraldeños sentirán la afectación económica.
Dispuesto a socializar
Sin embargo, Klínger también cree que reubicar los dispositivos en zonas donde normalmente no circulan, podría ser una opción valedera.
En respuesta, Chica Arteaga afirma que no va a renunciar, más bien adelantó que enviará a sus técnicos para que expliquen en detalles las ventajas de los fotorradares. Además, piensa que entre las razones de oposición de los taxistas es que algunos tienen choferes y los obligan a cumplir con una tarifa diaria y por ende eso influye para que circulen a exceso de velocidad.
“Si logramos salvar una sola vida, ya se justifica la implementación de los fotorradares”, argumenta Chica y revela que una de las razones para no romper el contrato hecho en la administración municipal anterior, es que eso representaría una sanción de 5 millones de dólares al Cabildo. (La Hora)