Diario El Universo.- En Ecuador crecen las alternativas de manejo de dinero de manera digital. Billeteras móviles y otras herramientas ganan adeptos. En estos días hay más herramientas que sirven para hacer pagos de bajo valor de manera digital, especialmente a través del teléfono móvil.
Un ejemplo de ello es la fintech PeiGo, que entró en el mercado en septiembre pasado y que es parte del grupo del Banco de Guayaquil, lanzó su campaña Pueblo Arrecho. Se trata de un “mockumentary (documental con ficción) y una serie de comerciales de 20 segundos, que entre testimonios verdaderos y un tanto de ficción cuentan la experiencia de Pueblo Arrecho, un pueblo de la provincia de Manabí, ubicado en el cantón Chirijos, en el cual se ha extendido el pago a través de PeiGo. Los productos audiovisuales se los construyen con actores del propio pueblo.
“Decidimos llamar a nuestra campaña ‘Pueblo Arrecho’ porque es un pueblo que se atrevió a reinventarse y empezó a utilizar PeiGo. El concepto de la campaña es ser ‘arrecho’, ser arriesgado y atreverse a apostar por la modernidad al momento de acceder a servicios financieros, dejando atrás el tradicional efectivo”, indica Santiago Lasso, director Comercial de PeiGo.
Para Rodrigo Andrade, CEO de PeiGo, más allá de la exitosa experiencia en Pueblo Arrecho, lo interesante del mensaje de esta campaña es el poder atreverse a utilizar esta nueva herramienta tecnológica.
Andrade comentó que al momento en Ecuador ya existen 23.000 clientes que están realizando operaciones a través de PeiGo, en comercios pequeños y en transacciones de persona a persona. Explicó que la meta sigue siendo llegar a los 50.000 a finales de diciembre. Esta iniciativa apunta a bancarizar a quienes no han tenido hasta el momento acceso a cuentas bancarias.
Para obtener PeiGo el cliente debe descargarse la aplicación y colocar los datos básicos que se le pide, teniendo a la mano la cédula de identidad. El proceso no dura más de 5 minutos y para hacerlo se debe tomar en cuenta que el teléfono debe estar conectado a internet.
Con este procedimiento, el usuario tendrá automáticamente una cuenta básica bancaria en la que podrá recibir, enviar, pagar, recargar y hasta cobrar dinero de manera digital. “De esta manera se impacta positivamente a emprendimientos y pequeños negocios, debido a que no existen cargos adicionales y se realiza de manera inmediata”, explica Andrade.
Una aplicación que ya tiene un mayor recorrido, pues fue creada en el 2020, es Deuna! Esta es una app de Banco Pichincha que permite pagar y cobrar de una manera fácil y sin efectivo desde un dispositivo celular. Esta transacción se la hace a través de un código QR, un número de celular o un número de cuenta bancaria.
Esta aplicación que se lanzó en mayo de 2020, en plena pandemia, cuenta con más de 550.000 usuarios que han dejado de usar efectivo. Más de 210.000 comercios que requieren más inmediatez en sus cobros, no tener que preocuparse por el vuelto o dejar de ir a las agencias a depositar la recaudación del día, han encontrado respuesta a estas necesidades.
El valor promedio de cada transacción a través de Deuna! es de $ 33, lo que refleja el uso de la app para pagos del día a día, de bajos importes, desplazando al uso de efectivo.
Para pagar con Deuna! también hay que descargarse la app en Google Play o App Store. El registro es gratis con la cédula ecuatoriana. Si no se dispone de cuenta, puede abrirla desde la app. Se puede pagar con QR en establecimientos a nivel nacional, basta con escanear el código QR Deuna! Adicionalmente, es posible pagar a cualquier persona registrada en Deuna! O con cuenta activa de Banco Pichincha. Se debe ingresar el nombre de los contactos, el número de celular o el número de cuenta. Para cobrar los establecimientos encuentran su código QR en la sección “cobrar” de la app. Se lo puede imprimir para mostrarlo en el negocio.
Payphone entra también en esta categoría, aunque muy vinculada a quien dispone de una tarjeta de crédito. Es una plataforma de autonomía financiera. La principal función es permitir que cualquier persona o negocio, tan solo con el uso de su teléfono inteligente, pueda recibir o enviar dinero de sus tarjetas de débito o crédito Visa o Mastercard de cualquier banco emisor.
Lo novedoso es que no es necesario ningún tipo de hardware especializado, ni recurrir al uso de dispositivos POS (Point of Sale) para leer una tarjeta de crédito o débito. Permite pagar o cobrar desde cualquier lugar por medio de un teléfono inteligente, sin importar si es persona natural o local comercial. Esta innovadora idea nació en Cuenca en el año 2014 de la mano de cuatro jóvenes emprendedores que vieron la necesidad de democratizar los pagos con tarjeta de débito y crédito de cualquier entidad financiera y en cualquier establecimiento del país.
En la actualidad la firma brinda varias facilidades para administrar el dinero digital, a través de su aplicativo para personas y su aplicativo para empresas Payphone Business. Esta fintech ecuatoriana ofrece una tarjeta prepago recargable Mastercard Payphone Companion, la cual permite recargar el saldo digital Payphone a esta tarjeta
Payphone personas cuenta con alrededor de 360.000 usuarios en la actualidad y en los últimos tres años ha registrado más de 4,6 millones de transacciones, lo que equivale a más de $ 319,4 millones en monto transado. En lo que va de este año, el aplicativo registra más de 2?293.606 en número de transacciones y $ 144?357.274 en monto transado. Funciona también como una billetera digital, ya que permite desde una misma cuenta de usuario -en su teléfono inteligente- recibir y enviar efectivo digital de celular a celular sin necesidad de hacer el cargo a una tarjeta o cuenta bancaria.
Entre tanto, la billetera móvil (BIMO), una iniciativa de bancos privados, cumplió tres años en octubre, pero nunca logró levantar vuelo. De acuerdo con Pablo Narváez, quien lideró el proyecto hace dos años, pero ya se retiró, y que ahora es consultor de temas relacionados con medios de pago electrónicos, lamentablemente la BIMO no creció por falta de apoyo de los propios bancos: “actualmente sigue vigente, pero con poquísimas transacciones”. Explica que los bancos hicieron una inversión en la plataforma, pero al final no dieron la promoción necesaria y finalmente optaron por hacer de manera individual sus propias billeteras móviles.
Sin embargo, considera que estas no llegan a tener el potencial de la BIMO, pues esta tenía posibilidad de realizar operaciones interbancarias, mientras que las billeteras de cada banco lo hacen con su mismo banco. (I)