El gobierno de Guiseppe Conte decidió este lunes ampliar a todo el territorio peninsular la medida que ya había anunciado para un cuarto de su población en el norte del país.
«No habrá una zona roja, una zona restringida del país y otra no. Italia estará protegida en su conjunto. Se trata de evitar los movimientos en toda la península, con excepción de casos de necesidad, por motivos laborales o de salud», dijo el primer ministro.
Con 463 hasta este lunes 9 de marzo, Italia es el país con más muertes confirmadas después de China, país donde se originó la epidemia.
El conteo de víctimas del fin de semana reveló un fuerte aumento de las muertes del 57%, es decir, 133 casos más en tan solo un día pasando de 233 a 366 personas fallecidas de sábado a domingo.
El número total de casos confirmados aumentó un 25% a 7.375 desde 5.883, según Protección Civil, la mayoría de ellos en la zona norte del país.
Durante el fin de semana también se presentaron motines en diferentes cárceles por los controles al régimen de visitas impuesto por el gobierno por el coronavirus.
Hasta este lunes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) había registrado 109.578 casos confirmados de coronavirus en el mundo, de los cuales cerca de 4.000 corresponden a las últimas 24 horas.
En China, donde se originó la epidemia el pasado mes de diciembre, han registrado más de 3.100 muertes para un total de 80.000 casos confirmados.
Difícil control
Una de las dudas que suscita la decisión de Italia es el modo en que se controlaría una zona tan amplia.
Cuando se decretó la cuarentena para el norte del país, el primer ministro había asegurado que los cuerpos de seguridad se harían cargo de ello.
Pero aunque las primeras zonas que el gobierno puso en cuarentena -once pequeños municipios de Lombardía y Véneto con un total de 55.000 habitantes- estuvieron custodiados por el ejército, las zonas aisladas han ido aumentado enormemente y militarizarlas puede resultar imposible.
El periodista de la BBC Mark Lowen viajó el fin de semana a los alrededores de la zona de exclusión y afirmó que aunque esperaba encontrarse con obstáculos o controles, no vio nada parecido.
«Los autos iban en ambas direcciones. Parecía que el control de esta zona restringida era bastante laxo, y eso es un poco difícil de entender. ¿Es esta área en el corazón de Europa simplemente demasiado grande para controlar o las restricciones se están implementando gradualmente?», se preguntaba.
En la noche del domingo, el Ministerio del Interior explicó cómo funcionará la zona de cuarentena, que solo aquellos con una razón seria, problemas laborales o familiares podrán entrar o salir de ella.
Pero este lunes Conte hizo referencia a que no existirían esas «zonas rojas» y que la prohibición de reunión y circulación se extendía a todo el territorio.
Restaurantes y cafeterías
En los restaurantes y cafeterías se ha pedido a los clientes que se laven las manos antes de entrar y que permanezcan a un metro unos de otros.
Kaila Haines, una ciudadana estadounidense que vive en la ciudad de Monfalcone, norte de Italia, contó que los supermercados también estaban aplicando esta medida.
«La situación era bastante tensa en la tienda porque había una persona que cada 30 segundos nos recordaba por el altavoz que teníamos que mantener la distancia de un metro entre nosotros».
Para Haines, el llamado era muy «agresivo».
Además, las autoridades penitenciarias en Italia informaron este lunes que las protestas en las cárceles se habían extendido hasta a 27 centros penitenciarios.
El motín en Módena comenzó en protesta contra las restricciones del régimen de visitas impuestas por el gobierno italiano para tratar de contener la propagación del coronavirus.
Los medios italianos informaron de seis muertes allí, aunque algunas se relacionaron con drogas.
En la prisión de San Vittore en Milán, los reclusos se subieron al techo de las instalaciones y prendieron fuego a una de las seis alas.
También hubo ayer protestas en las penitenciarías de Nápoles, Salerno o Frosinone, en el sur, y en las de Alessandria y Vercelli, ambas ciudades en las nuevas zonas aisladas por el Ejecutivo, en la región norteña de Piamonte.