Challans, una localidad francesa en la que lluvia es habitual, ha logrado que no caiga una gota desde el pasado 14 de febrero gracias a un decreto aprobado por el alcalde, Serge Rondeau, que obliga al sol a «presentarse cada mañana».
«El sol tiene la obligación de presentarse cada mañana, de lunes a domingo, en la ciudad de Challans, y por extensión en todo el departamento de la Vendée», reza el ya célebre texto, que precisa que la lluvia solo está autorizada tres noches por semana «para mantener el nivel de la capa freática».
En declaraciones a Efe, Rondeau, regidor independiente de centroderecha, relató que todo comenzó cuando una compañera le propuso hacer algo para mejorar el tiempo, a lo que él respondió animándola a escribir un texto que finalmente él acabó firmando, «a modo de broma».
«Todo debía terminar ahí, pero el administrador de la web decidió subir una imagen a las redes sociales», contó entre risas este alcalde, que ha recibido mensajes desde Sri Lanka o Argentina en los que le proponen cederle un poco de sol a cambio de lluvia.
Aunque algunos criticaron su «falta de seriedad», el mandatario de esta ciudad de 20.000 habitantes insistió en que la norma ha sido bien acogida por la mayoría, y aclaró que no tiene «poderes sobrenaturales», ya que, de ser así, los utilizaría para asuntos más graves.
«Solo espero que no tengamos que abrir un juicio cuando vuelva la lluvia», bromeó hoy Rondeau, cuya localidad, situada en la fachada atlántica de Francia, en el oeste del país, es habitualmente lluviosa. EFE