Durante el 2018 la comunidad internacional no pudo lograr que menores de edad sean afectados por violaciones a sus derechos en las guerras.
Según Unicef, los niños que viven en países con conflictos armados han sido objetivos directos de ataques, usados como escudos humanos, asesinados, mutilados o reclutados para combatir. Sin olvidar que las violaciones, los matrimonios forzados y el secuestro han sido prácticas habituales en contextos como el Siria, Yemen, República Democrática del Congo (RDC), Nigeria, Sudán del Sur o Birmania.
Entre las cifras que presenta el organismo están: 5.000 niños asesinados o mutilados en Afganistán, 4,2 millones en riesgo de sufrir desnutrición aguda grave en RDC, 1.800 reclutados en Somalia, 870 asesinados en Siria, 1.427 asesinados o mutilados en Yemen. Esto, cuando en 2019 se cumplen 30 años de la Convención sobre los Derechos del Niño.
“Durante demasiado tiempo, las partes en conflicto han cometido atrocidades con casi total impunidad, y la situación solo está empeorando”, dijo a la cadena de noticias DW Manuel Fontaine, jefe de los programas globales de respuesta a emergencias de Unicef.