Uno de cada dos exámenes da positivo en el cantón Pichincha de Manabí. Hay otros 22 cantones del país en iguales condiciones

Realizarse una prueba PCR para COVID-19 es difícil en Ecuador. El paciente debe presentar síntomas graves para acceder a un examen gratuito en una institución pública. La alternativa son los laboratorios privados, donde el costo puede superar los $ 100.

Esto genera inequidad en la distribución de pruebas. Un análisis de EL UNIVERSO a las cifras oficiales del Ministerio de Salud Pública (MSP) muestra que existe mucha diferencia en la cantidad de pruebas aplicadas en los cantones. Solo dos, San Cristóbal y Santa Cruz (en Galápagos), cumplen con las expectativas de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En contraste, 199 no cumplen ni siquiera con la mitad del parámetro.

La OMS determinó que lo ideal, en un sistema que detecte todos los casos, sería hacer tantas pruebas hasta obtener diez resultados negativos por cada positivo. Esta fue una de las conclusiones de una conferencia de prensa realizada en marzo del año pasado, que fue presidida por el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Ecuador está lejos de cumplir con esa expectativa. El reporte del MSP emitido el martes pasado muestra que de cada tres exámenes realizados uno es positivo. Las cifras oficiales, con corte al 29 de marzo pasado, muestran que casi la mitad de los cantones del país (112) han realizado pruebas en ese mismo nivel, pero hay otros que están por debajo.

Hay 23 cantones donde uno de cada dos exámenes es positivo. La situación más grave está en Santa Clara y Mera, en Pastaza; San Miguel de los Bancos, en Pichincha; La Concordia, en Santo Domingo de los Tsáchilas; y Pichincha, en Manabí.

En contraste, en San Cristóbal se registran doce pruebas por cada caso confirmado y en Santa Cruz, diez. Otros cantones que tienen un testeo elevado en comparación con el resto del país son Taisha, Twintza y Huamboya, en Morona Santiago.

En las ciudades más pobladas la situación es diferente. En Quito y Guayaquil se registra un caso confirmado por cada cuatro pruebas; y en Cuenca, uno por cada tres pruebas.

El epidemiólogo Daniel Simancas, director del Centro de Investigación en Salud Pública y Epidemiología Clínica de la Universidad UTE, explica que el testeo a la población debe partir siempre de un caso confirmado.

Al tener un test positivo, señala, hay que entrevistar a esa persona para identificar al menos a diez personas con las que tuvo contacto y a estas también hacerles exámenes, tengan o no síntomas. Si en esa lista aparecen más positivos, se debe identificar a nuevos contactos para realizar más pruebas y así. Esta metodología, afirma Simancas, permitiría cumplir con las expectativas de la OMS.

En Ecuador no se la ha aplicado. Lo que pasa aquí, añade Simancas, es que las pruebas se concentran en los pacientes hospitalizados y muy pocas se destinan al rastreo en la comunidad.

Si bien se utilizan muchas pruebas, esto último permite ubicar a personas que portan el virus y son asintomáticas. “Hay menos probabilidad de detectar a un asintomático positivo, pero son los mayores contagiadores. Son los responsables del 60% de los contagios”, afirma Simancas.

El especialista recuerda que la OMS recomendó a los países que para desconfinar a la población tengan el 5 % de positividad en las pruebas, es decir, que haya un positivo por cada 20 exámenes.

Otra forma de comparar el nivel de testeo entre localidades es a través de la cantidad de pruebas realizadas por el número de habitantes. Tomando en cuenta este criterio, Ecuador es el país de la región que menos exámenes ha realizado: apenas 66 por cada mil habitantes. Está muy lejos de Chile, el líder, que registra 607, es decir, 9 veces más.

A nivel cantonal también hay diferencias abismales. Los municipios donde menos se han hecho pruebas per cápita son Guamote (Chimborazo), con solo seis pruebas por cada mil habitantes, y Mocache (Los Ríos), con siete. Les siguen cuatro cantones de Guayas: Simón Bolívar, con siete; Nobol y Alfredo Baquerizo Moreno, con once; y Santa Lucía, con doce.

Esas cifras contrastan con los cantones de Galápagos, que lideran la lista. En Santa Cruz se han realizado 387 exámenes por cada mil habitantes; en Isabela, 355; y en San Cristóbal, 308.

Entre las ciudades más pobladas, las diferencias también son muy marcadas. Quito registra 148 pruebas por cada mil habitantes; Cuenca, 70; y Guayaquil, 39. (El Universo)

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