La represa de Mazar no pudo más, una de las principales fuentes de energía en Ecuador, atraviesa una de las más grave crisis de producción. La falta de lluvias y el nivel de cota de agua, la represa ha visto mermada su capacidad para generar electricidad, lo que se traduce en apagones y cortes de energía en diversas regiones. Hace pocas horas, se confirmó que la cota de agua está al tope y que, como resultado, la represa ha colapsado, complicando aún más la situación.
Los pobladores y empresarios locales han expresado su preocupación, ya que la inestabilidad en el suministro energético ha impactado negativamente en sus actividades diarias y en la economía de la zona. Muchos temen que, si no se implementan soluciones rápidas, la crisis podría profundizarse, afectando aún más el desarrollo regional y el bienestar de la comunidad.
Expertos en energía advierten que es crucial una intervención inmediata por parte del gobierno y de las autoridades competentes para restaurar la funcionalidad de la represa. Sin medidas efectivas y sostenibles, Mazar podría enfrentar un futuro sombrío, marcado por la incertidumbre y la falta de acceso a una energía confiable. Según el Ministerio de Energía y Recursos Naturales No Renovables de Ecuador y reportes de medios como El Comercio y La Hora, la situación actual exige atención urgente para evitar un impacto mayor en la región .