Diario El Comercio.- La Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin) no cesa en su postura de movilizarse contra el Gobierno aun cuando rige el estado de excepción en tres provincias costeras: Guayas, Esmeraldas y Santo Domingo. La Cámara de Comercio de Guayaquil rechaza la movilización.
Franklin Columba, presidente de la Unión de Organizaciones Sociales Interculturales del Sur de Pichincha, filial de la Fenocin, dijo que no es una decisión colectiva.
La Fenocin pide que se cumpla el artículo 196 de la Ley Orgánica para el Desarrollo Económico y Sostenibilidad Fiscal. Dispone que las entidades financieras públicas condonen créditos de hasta USD 10 000.
Los dirigentes justifican que la condonación consta en el acta final de acuerdos firmados con el Gobierno el 18 de julio, en la mesa de Banca pública y privada. En ese documento se estableció que se cumplirá con lo que dispone el artículo.
Mesa de coordinación
La Fenocin es una de las tres organizaciones indígenas cuyos representantes están en la comisión de seguimiento, junto a delegados del Gobierno. Se encargan de coordinar la ejecución de los acuerdos alcanzados en las 10 mesas de diálogo.
Miguel Ángel González, presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil (CCG), cree que la ciudadanía no aprobará una nueva movilización por los efectos negativos que dejó el paro nacional de junio. “No podemos permitir que un grupo minoritario quiera imponer con violencia alguna petición puntual”, cuestionó al sugerir que si hay temas pendientes deben continuar el diálogo y llegar a un punto intermedio.
Afirmó que las empresas se están recuperando, pero ve que el estado de excepción con el toque de queda es un golpe para la economía. Los locales comerciales tienen que reducir el horario de atención, antes ya lo hacían por miedo a la inseguridad, según González.
Su expectativa es que el Decreto desmotive la movilización al menos en las provincias que rige. Sin embargo, la Fenocin protestará aun considerando esa limitación.
González lamentó que el Decreto entró en vigencia durante el feriado pues afecta las ventas.
«La Fenocin se equivoca al no esperar a que los acuerdos se operativicen en la fase de implementación, hay una nostalgia de los dirigentes hacia la violencia, buscan abonar a la descomposición del régimen y exponerse porque hay un escenario preelectoral», evaluó.