Fuente: El Diario
El Hospital Napoleón Dávila Córdova de Chone enfrenta una de sus peores crisis en su historia reciente. Desde el viernes 17 de octubre de 2025, se han suspendido servicios esenciales como la guardianía y limpieza, y lo más alarmante, la alimentación tanto del personal médico como de los pacientes hospitalizados. La situación ha creado un clima de incertidumbre y preocupación, ya que las autoridades del hospital mantienen un hermetismo absoluto sobre el tema, generando más inquietud en la comunidad.
Según fuentes extraoficiales, el gerente del hospital tiene prohibido hacer declaraciones a la prensa, lo que ha alimentado aún más la desconfianza entre los médicos, trabajadores y dirigentes barriales. En este contexto de silencio, se ha conocido que el hospital acumula una deuda de más de siete meses con el personal de seguridad y limpieza, lo que ha afectado gravemente la operatividad de la institución. «Nos dejaron trabajando sin paga y, al final, ni siquiera nos renovaron el contrato», señaló un extrabajador del área de seguridad.
El impacto de esta crisis no solo afecta a Chone. En el Hospital Básico San Andrés, de Flavio Alfaro, y en los centros de salud del distrito se vive una situación similar, con la suspensión de servicios básicos de guardianía y limpieza. Este desajuste está poniendo en riesgo la atención de los pacientes, quienes ahora deben depender de sus propios familiares para conseguir medicinas, insumos e incluso ropa de cama, recursos que anteriormente eran proporcionados por el hospital.
La situación ha desatado la indignación de la ciudadanía. Darwin Pico Zambrano, presidente de la Federación Unión de Barrios de Chone, calificó la situación como “inhumana e insostenible” y exigió una intervención urgente del Gobierno Central y del Ministerio de Salud Pública. Según Pico, los ciudadanos no pueden seguir tolerando la indiferencia ante el colapso de la red de salud pública, que está afectando principalmente a las familias más vulnerables.
Por su parte, la presidenta de la Junta Cívica, María Auxiliadora Bravo, informó que se reunió con el ministro de Salud, quien atribuyó la crisis a la mala administración de gestiones anteriores, las cuales no notificaron a tiempo el vencimiento de los contratos de los empleados. Aunque el ministro prometió que los inconvenientes serán resueltos en breve, la preocupación sigue creciendo, ya que las deficiencias en otros hospitales del país confirman que este problema no es un caso aislado.
Deja una respuesta