En medio de la crisis carcelaria que atraviesa el país, marcada por masacres, intentos de amotinamiento y constantes alertas de seguridad, se desarrolló una nueva intervención militar en la cárcel de Bahía de Caráquez, en el cantón Sucre, al norte de Manabí. Las Fuerzas Armadas ejecutaron un operativo en el Centro de Rehabilitación Social Masculino N.º 3 como parte de las acciones destinadas a reforzar el control interno en los centros penitenciarios.
Días atrás también fueron intervenidas otras cárceles, como la de El Rodeo en Portoviejo, desde donde incluso 11 privados de libertad considerados de alto perfil criminal y peligro fueron trasladados hasta la cárcel del Encuentro, en la provincia de Santa Elena.
Objetos prohibidos decomisados
El operativo contó con el apoyo de la Armada del Ecuador y de la Fuerza de Tarea 21 “Centro”, quienes revisaron celdas y áreas comunes con el objetivo de detectar elementos ilícitos y posibles amenazas. Según voceros de las Fuerzas Armadas, se registró un gran despliegue de los efectivos para garantizar el desarrollo de procedimiento.
En estas acciones se decomisaron 176 dosis de una sustancia con características similares a droga, 15 teléfonos celulares, 18 cargadores, 12 audífonos, hornillas artesanales, una gorra, un par de gafas y cables utilizados para conexiones eléctricas clandestinas, todos considerados riesgos para la seguridad interna.

Durante la intervención, los efectivos militares tuvieron que romper paredes, retirar bloques y revisar estructuras internas del centro penitenciario para localizar los objetos ocultos. Estas acciones permitieron descubrir escondites improvisados donde se mantenían los artículos prohibidos, lo que evidenció el nivel de adaptación que algunos reclusos han desarrollado para evadir los controles de seguridad.
Las autoridades militares informaron que durante la intervención no hubo forcejeos ni reacciones adversas por parte de los reclusos, y confirmaron que en las cárceles de Manabí no se han registrado amotinamientos ni incidentes recientes, debido a los constantes controles que mantienen las Fuerzas Armadas, quienes están a cargo de la seguridad de estos centros.










Deja una respuesta