URGENTE | Mujer acusada de asesinar y descuartizar a su madre está señalada por el asesinato de un compañero

Hace tres años y tres meses, Andreína Lamota Solís fue denunciada por tentativa de asesinato, según consta en los registros de la Función Judicial. Actualmente, enfrenta cargos por el asesinato y desmembramiento de su madre, Martha Cecilia Solís Cruz, de 49 años, cuyo cuerpo fue hallado el jueves 16 de octubre dentro de una cisterna y un tacho plástico en una vivienda de Sauces 9, al norte de Guayaquil.

De acuerdo con las investigaciones, la víctima de la tentativa de asesinato fue un compañero de trabajo, a quien Lamota Solís habría suministrado una sustancia alucinógena con la intención de robarle. La denuncia presentada ante la Fiscalía detalla que la mujer sabía que su compañero guardaba 6.000 dólares, información que habría obtenido tras una conversación casual, y lo llevó hasta su domicilio.

En la querella presentada en julio de 2022, la víctima narró:

“El 21 de julio de 2022, a las 09:10, llegué a la oficina y Andreína Lamota llevaba un jugo de naranjilla. Después de algunos minutos, me lo entregó y lo guardé para la hora del almuerzo. Más tarde, me ofreció traerme otro y, al tomarlo, comencé a sentirme mal y me recosté en el piso».

Agrega que: «a las 16:50, Andreína me ayudó a bajar las escaleras y me llevó a su casa en Sauces, donde pretendía entregarme unas cajas de whisky por las que ya le había pagado 6.000 dólares. Además, íbamos a hablar sobre una deuda pendiente de 30.000 dólares, de la cual debía cancelarme una parte. Ella me pidió ingresar a su vivienda, yo había enviado a mi novia mi ubicación en tiempo real. Gracias a eso, junto con un amigo, lograron rescatarme, ya que estaba en la vereda de la casa de Andreína. Sospecho que todo estaba planeado por ella, porque había informado a mi novia que yo me había ido y estaba bien, fue por eso que sospecharon. Conozco a Andreína desde hace 14 años”.

Se vistió como su madre

El coronel Galo Muñoz, jefe de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida y Muertes Violentas (Dinased), recordó que la víctima sobrevivió gracias a la intervención de su novia, quien lo localizó mediante el rastreo del celular.

“Es una psicópata en potencia. El 5 de octubre se vistió como su madre y salió del departamento sabiendo que una cámara de seguridad la grababa. Cuando mostramos las imágenes al padre, confirmó que se trataba de su hija, lo que permitió continuar la investigación y lograr su identificación. Incluso utilizó inteligencia artificial para simular la voz de su madre”, explicó Muñoz.

Perfil psicológico de Andreína Lamota

Por su parte, el psicologo Gabriel Ordóñez, exdirector nacional de Salud Mental, analizó el perfil psicológico de la acusada y señaló que sus características corresponden más a una psicopatía que a una sociopatía.

“Para diferenciar psicopatía de sociopatía es clave conocer la historia familiar. Los síntomas son similares, pero el origen cambia: el psicópata nace con esta condición, mientras que el sociópata se forma a partir de experiencias de abuso o violencia en la infancia”, explicó Ordóñez.

El especialista añadió que Lamota Solís muestra un perfil psicopático: planifica sus actos, presenta aplanamiento afectivo y ausencia de culpa. “No sería la primera vez que actúa de manera violenta: en 2022 fue denunciada por suministrar escopolamina a un compañero de trabajo con la intención de robarle dinero”, detalló.

En la Fiscalía también consta que Andreína presentó dos denuncias por robo (en 2022 y 2023) y una por secuestro (registrada el 2 de octubre de 2025). En esta ocasión su familia no presentó la denuncia, sino que el caso se inició de oficio.

Ordóñez explicó que los psicópatas suelen tener un alto nivel intelectual, son manipuladores y pueden pasar desapercibidos socialmente, mientras mantienen pensamientos delirantes de grandeza o justifican moralmente sus actos.

“Creen que lo que hacen está bien, que actúan por su beneficio o incluso por el bien de otros. Por eso no sienten remordimiento. Generalmente, los psicópatas son detectados solo después de cometer un crimen”, señaló.

El especialista subrayó que no existen tratamientos psicoterapéuticos efectivos para estos casos:

“Cuando se confirma un diagnóstico de psicopatía y una persona ha cometido un asesinato, el único camino es la cárcel. No hay posibilidad de interdicción. El trastorno no desaparece; acompaña al individuo toda la vida. Si sale libre, probablemente reincida”.

Ordóñez considera que estos casos deberían motivar una revisión de la política penal ecuatoriana:

“El Código Orgánico Integral Penal debería incluir disposiciones específicas para personas con trastornos psicopáticos o sociopáticos, porque representan un riesgo permanente para la sociedad. Son individuos que deben permanecer alejados de la comunidad por su propia naturaleza delictiva”.

«Es un caso de cárcel por cárcel”

Finalmente, recordó que la Ley de Salud Mental, aprobada en 2023, ofrece herramientas para que los jueces trabajen con equipos multidisciplinarios al evaluar este tipo de casos:

“La ley debe armonizarse con el COIP para garantizar coherencia. Se debe fortalecer el peritaje en salud mental y crear juzgados especializados. Los jueces no son psiquiatras, y eso puede provocar errores judiciales”.

Ordóñez concluyó que el caso de Andreína Lamota Solís requiere una evaluación psiquiátrica profunda y un manejo penal estricto:

“Ella no necesita un centro de salud mental, sino prisión. No hay duda: es un caso de cárcel por cárcel”.

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