La Liga Pro del fútbol ecuatoriano sanciona a cuatro clubes y veinte jugadores de la Serie B por amaño de partidos, tras una investigación de la Fiscalía que incluyó allanamientos en los camerinos de Gualaceo y Chacaritas, lo que confirma la infiltración del crimen organizado en el deporte.
Los equipos afectados enfrentan una reducción de entre seis y doce puntos en los torneos actuales, además de una multa de diez mil dólares que busca desincentivar prácticas ilegales en el futuro.
Finalmente, la medida obliga a las instituciones a crear manuales de buenas prácticas y emitir comunicados públicos de compromiso, estableciendo un precedente histórico en la lucha contra la corrupción en el fútbol nacional.











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