Los servicios del Centro Binacional de Atención Fronteriza (Cebaf) de Aguas Verdes colapsaron por el incremento del flujo de venezolanos que buscaban ayer obtener el permiso temporal de permanencia (PTP).
La desesperación de los extranjeros se debía a que a la medianoche de ayer vencía el plazo para que puedan acogerse a este beneficio que permite a los inmigrantes residir legalmente, trabajar y estudiar en el vecino país.
Ante la masiva concurrencia, el Cebaf había solicitado al Gobierno de Perú la declaratoria de emergencia para atender a los venezolanos que están durmiendo en las veredas, carpas y sobre sus equipajes.
En los exteriores del Centro Binacional se formaron largas columnas de migrantes que buscaban un turno. “No tenemos pasaporte y luego de cuatro días seguimos esperando ingresar para que nos entreguen el permiso”, explicó Carlos Chirinos, migrante.
La salida de venezolanos de su nación se profundizó este año tras la fuerte crisis que golpea ese país.
De 1.500 extranjeros que pasaban a diario por el Cebaf aumentaron a unos 3.500, se informó.
El venezolano Carlos Hurtado llevaba hasta ayer tres días esperando que le concedan el permiso. “Hemos llegado con el poco dinero que teníamos, no podemos regresar a nuestro país. Queremos que nos acojan (en Perú) porque venimos a trabajar”, manifestó.
Entre los migrantes venezolanos hay madres y niños, incluso de brazo.