Violencia y condiciones de vida de niñas y adolescentes empeoraron en pandemia

Violencia de género, malas condiciones de vida y aumento de responsabilidades domésticas son parte de los problemas que enfrentan a diario niñas y adolescentes en el país. Estos aspectos se agravaron durante la pandemia de covid-19, según el estudio denominado Análisis Rápido de Género (ARG).

La información fue levantada por las organizaciones CARE, Programa Mundial de Alimentos, World Vision y Plan Internacional, cuyos resultados principales se difundieron este jueves 7 de octubre del 2021.

La metodología 

El análisis se centró en siete categorías: medios de vida, salud, nutrición y seguridad alimentaria, trabajo infantil, educación y violencia de género. Se realizó en nueve de las 24 provincias del país. Estas son Carchi, Chimborazo, Cotopaxi, El Oro, Guayas, Imbabura, Manabí, Pichincha y Sucumbíos. 

En estas localidades se hicieron 1 507 encuestas, siete grupos focales y 11 entrevistas a profundidad a niñas y adolescentes. Además, se habló con personal y directivos de organizaciones de la sociedad civil, cooperación internacional, autoridades estatales, etc.

Los principales resultados

El 24% de niñas y adolescentes encuestadas fueron maltratadas físicamente (golpes y agresión), en varias ocasiones, durante la pandemia; y más del 60% de ellas justifican actos violentos por parte de su agresor cuando estaba bajo la influencia del alcohol.

El 39% de las consultadas asegura que a veces han recibido palabras hirientes o groseras por parte de sus padres y madres. A esto se conoce como violencia psicológica, es decir, agresiones verbales, discriminación, agravios, etc.

Mónica Tobar, gerente de Calidad Programática y Movilización de Recursos de CARE Ecuador, señala que se busca visibilizar estas problemáticas y que las autoridades, organismos y demás actores tomen decisiones para erradicar la agresión en este grupo de la población.

Otra cifra que destaca es que el 25% de chicas manifestó que durante la pandemia tuvieron que trabajar para apoyar a sus familias. Lo hicieron de manera voluntaria. Sin embargo, el 2,6% se vio forzada por sus padres, madres o cuidadores, debido a que necesitaban ingresos. Esto trae como consecuencia que se ponga en riesgo su acceso a la educación.

“Las chicas están vinculadas con trabajos informales, ventas ambulantes, agricultura, etc. Las cifras de trabajo infantil son altas; hay que disminuirlas porque debemos estar protegidas y vivir sin riesgos”, señala Emilene, representante de la Red de Jóvenes.

Andrea, lideresa del Movimiento por Ser Niña, destacó datos sobre alimentación y salud. El 90% de las encuestadas comen entre dos y tres veces al día. Sin embargo, el 2,45% consume una sola comida diaria, siendo la más frecuente el almuerzo.

“Esto debe cambiar, porque los chicos y las chicas estamos en proceso de crecimiento. Nuestra salud puede afectarse gravemente, por la falta de una nutrición adecuada”.

Esteban Lasso, director de World Vision Ecuador, participó en la presentación del estudio. Él explicó que la salud mental de las niñas y adolescentes también se ha visto seriamente afectada.

Esto se debe principalmente por la falta de recursos económicos, por las situaciones de violencia a las que se han enfrentado, por el estrés académico, por la falta de alimento y aislamiento provocado por el confinamiento. “Se deben tomar acciones para mejorar sus condiciones de vida”. (El Comercio)

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