Bogotá fue la primera ciudad de Colombia en decretar una cuarentena no obligatoria en marzo. Luego se sumó todo el país hasta finales de abril cuando el gobierno de Iván Duque ordenó la reactivación económica que sacó a varios sectores trabajadores a las calles. Desde entonces, los casos han aumentado, golpeando con fuerza a la capital del país, que hoy roza los 50.000 contagios y 1.123 muertos por la covid-19. En Colombia hay 150.000 casos confirmados y 5.307 fallecidos.
Con esas cifras, la regidora de Bogotá, Claudia López, decidió volver a la cuarentena estricta por localidades o distritos, que aglutinan a varios barrios de la ciudad. Una modalidad de aislamiento por turnos en los que cada dos semanas se cierran todas las actividades en diferentes distritos con base en la positividad y la velocidad de transmisión del contagio. Desde este lunes, y durante 14 días, ocho barrios del sur y centro de Bogotá, más de 2,7 millones de personas volvieron a las escenas de mediados de marzo. Los cierres localizados irán hasta el 23 de agosto, el mes en el cual, según la alcaldesa, se vivirá el momento más crítico de la crisis sanitaria.
La presencia de la Policía y el Ejército en 28 puntos de control, verificando documentos de identificación y cartas laborales y puntos de toma de muestras de coronavirus, fueron la imagen de este primer día de aislamiento por sectores. Durante estas cuarentenas solo podrán desplazarse los empleados de actividades esenciales como profesionales de la salud, trabajadores de seguridad, vigilancia y abastecimiento. Miles de comercios no esenciales que habían reabierto tuvieron que volver a cerrar y se prohibió de nuevo hacer ejercicio al aire libre.
“Hay demasiada gente en la calle. Esta es una ciudad muy grande de ocho millones de habitantes y ya hay siete millones trabajando. Estamos teniendo una velocidad de contagio y una tasa de mortalidad muy altas. Una de cada tres pruebas que estamos haciendo en cualquier localidad es positiva”, dijo López sobre la razones para retornar a la cuarentena obligatoria localizada.
La nueva medida fue acordada con el Gobierno de Iván Duque, con el cual la alcaldesa ha tenido roces por la gestión de la pandemia. Recientemente, la mandataria exigió a Duque que cumpliera su promesa de entregar a la ciudad unos mil ventiladores. Recibió 480 ventiladores, pero ahora hacen falta intensivistas. “Esta decisión [de cierres localizados] es tomada teniendo en cuenta que la velocidad de la propagación de la ciudad es diferencial, por lo cual amerita decisiones focalizadas. Bogotá tiene una extensión y población equivalentes a cinco o seis ciudades en un mismo territorio”, señaló el Ministerio de Salud.
La ocupación de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) dispuestas para la covid-19 se convirtió en el otro factor de preocupación en la ciudad. Este lunes, llegó al 90% y, según López, “aumentará en las próximas seis semanas”. De hecho, 14 gremios científicos y médicos le enviaron una carta al presidente Duque pidiendo que cierre por completo Bogotá durante dos semanas para llegar a niveles de ocupación por debajo de la linea de alto riesgo. Mientras tanto, el sector del comercio considera la cuarentena localizada como otra forma de parálisis económica.
Al final de este lunes, el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, también anunció el retorno a una cuarentena estricta, pero con un esquema mixto: cuatro días de apertura económica y tres de cierre total. “Entramos en la etapa más peligrosa del virus y ya empezamos a ejecutar las estrategias planeadas cuando muchos creyeron que esto era una simple gripa”, declaró Quintero desde Medellín.
Fuente: El País