Dieciocho personas resultaron fallecidas por asfixia y otras 12 quedaron heridas durante un incendio la tarde de este viernes, en una vivienda ubicada en las calles 26 y la I, en el suburbio de Guayaquil.
En un boletín de prensa el ECU-911 informó que la Policía al llegar al lugar verificó que en la vivienda funcionaba una clínica de rehabilitación para personas con problemas de adicción a las drogas y alcohol, denominada «Nueva vida».
Más de 60 miembros y 15 unidades del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil atendieron la emergencia, que envió cinco unidades de combate, cuatro tanqueros y cinco ambulancias.
El ECU 911 dijo que a las 19:15 se confirmó que 17 de las víctimas fallecieron en el inmueble, mientras otra perdió la vida cuando era llevada al hospital. Además se reportaron personas heridas con quemaduras que fueron trasladadas hasta el hospital de Guayaquil Abel Gilbert Pontón.
El incendio se habría originado cerca de las 15:30. Testigos del hecho indicaron que se escucharon gritos de varios de los internos y el humo alertó a los vecinos quienes llamaron a personal bomberil.
El incendio de la vivienda habría sido provocado por los pacientes, que apilaron colchones y los incendieron como una forma de presión para poder salir del encierro al que eran sometidos, informó a periodistas la jefa zonal de la Policía, Tania Varela.
Algunos internos huyeron tras el incendio.
Otras versiones aseguraron que algunos internos perforaron una pared contigua a otro inmueble para escapar de las llamas.
El sitio de rehabilitación aparentemente no contaba con los permisos correspondientes.
Minutos después del incendio, autoridades clausuraron otra clínica de rehabilitación de adicciones, en las calles 27 y la K.
La Policía capturó horas después de la tragedia al propietario de la clínica donde se registró el hecho. Con él, fueron también detenidas otras cuatro personas.
En Ecuador se han registrado denuncias de familiares de pacientes que llegan a clínicas de rehabilitación por trato violento y abusos en contra de los pacientes. Muchas de los lugares no cuentan con permisos para su operación.
El flamante gobernador Raúl Ledesma no confirmó si la clínica de rehabilitación operaba clandestinamente y expresó que «esto no puede seguir sin ningún tipo de control».
«No puede ser que existan clínicas clandestinas o no, formales o informales, que no tengan verificado por parte de las autoridades competentes vías de evacuación, los temas de los extintores, que dejen encerrada a la gente», añadió.
Ledesma afirmó que en el lugar había entre 30 y 40 personas.
Empero, un sobreviviente, que no fue identificado, manifestó a la prensa que «en total éramos 56 internos».
El presidente de la República Lenín Moreno se pronunció tras la tragedia. En su cuenta de Twitter envió un mensaje de solidaridad a los familiares de las víctimas y aseguró que no permitirá que el caso quede en la impunidad.
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