Xavier Ramos/Diario El Universo.- Los avistamientos de fauna marina frente a las costas de Manabí y Santa Elena incluyeron a las ballenas tropicales (Balaenoptera edeni), leones marinos (Otaria flavescens) y a 200 delfines manchados (Stenella attenuata), estos últimos aparecieron entre las costas de Puerto López y la Isla de la Plata.
Fueron tres días de expedición que se hicieron del sábado 25 al lunes 27 de febrero, en salidas diarias de seis horas cada una a bordo del bote Palo Santo I. En los periplos se recorren hasta cien kilómetros entre las costas de Puerto Cayo (Manabí) y Ayangue (Santa Elena).
La actividad es parte del monitoreo de delfines costeros (Tursiops truncatus) y de ballenas que se hace en la zona central del Ecuador.
Los biólogos marinos Fernando Félix y Cristina Castro lideran este estudio que busca esclarecer las dudas en torno a las especies marinas migratorias que llegan a las aguas nacionales durante el año. Los periodos cuando aparecen, en qué lugares se concentran, las causas de su arribo y el número de especímenes, con el fin de conocer sus rutas y parte de su comportamiento.
Así se pueden establecer medidas específicas de conservación y un manejo futuro basado en la sostenibilidad con el fin de generar circuitos turísticos de avistamientos que se den fuera de la temporada de ballenas jorobadas, que se aparean frente a estas costas en el periodo de junio hasta octubre de cada año, indica Félix, investigador del Museo de Ballenas de Salinas y de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE).
El encuentro con una manada de delfines manchados de unos 200 individuos se dio después del mediodía del sábado 25 de febrero pasado.
Estos animales permanecieron durante una hora jugueteando con la proa del bote, mientras se alimentaban de peces, a 20 kilómetros de la costa de Puerto López.
Por ratos salían a la superficie, lo que refleja su carácter sociable. “Es una especie que vive sobre la plataforma continental, no tan cerca de la costa, están a 10 o 20 km del perfil costero. A estos los vemos con regularidad, están todo el año a lo largo de la costa del país, también los estudiamos y tomamos muestras de su tejido para entenderlos, si son del hemisferio norte o del sur o son una población más residente, que es lo que parece”, asegura Félix.
Si bien el objetivo era captar a los bufeos costeros (Tursiops truncatus) que viven frente a la costa del Ecuador, en los tres días de expedición no se encontró ningún ejemplar de esa especie, lo que evidencia su reducida población. “Hay que determinar por qué están tan escasos, el no verlos quiere decir que su población está en muy malas condiciones”, agrega el especialista.
Sin embargo, sí observaron más de diez ballenas tropicales. Además, estaban los leones marinos, que se posan sobre las paredes rocosas de la isla de Salango.
Incluso, los turistas de un barco que iban a realizar snorkeling en los alrededores de Salango los observaron, en estado natural, lo que aumenta el atractivo de estos viajes, dice Félix.
Su presencia en esta época del año es poco frecuente, pero el tema es que la población de estos leones marinos está proliferando, explica Castro, porque sus depredadores naturales que son los tiburones están desapareciendo de los mares debido a las capturas de pesca.
“Los tiburones están desapareciendo con el asunto de la pesca incidental. Hay que respetar y solo pescar los adultos, pero también se capturan las que están en estado de gravidez o las especies muy pequeñas, no les permiten madurar y no pueden seguir reproduciéndose”, asegura Castro.
En los periplos se han contabilizado hasta cincuenta leones marinos en la isla de Salango. “En mi vida había visto esa cantidad acá en esta zona. La cadena alimenticia está afectada por lo que su población sigue creciendo y hay poblaciones mucho más pequeñas de tiburones”, indica Castro.
En el caso de las ballenas tropicales se busca determinar sus zonas de alimentación y de reproducción. “Aquí (en el país) las hemos visto alimentarse, con crías, lo que quiere decir que nacieron por aquí, descansando, es decir, con todos los comportamientos. Migran posiblemente por otras razones como la calidad de alimento o la temperatura del agua”.
Estas son más frecuentes en el periodo de diciembre hasta abril, la temporada de invierno en la región Costa del Ecuador.
Félix afirma que todo indica que la población de ballenas tropicales se ha recuperado, luego que la especie quedó al borde de la extinción por la captura de los barcos balleneros que terminó a mediados del siglo XX.
“Con las muestras de material genético que se toman se descubrirá parte de su comportamiento. Hemos empezado a hacer todo el perfil genético de las ballenas y allí comenzamos a comparar para ver cuál es. Lo primero que estamos haciendo es tratar de conocerlas. Cuando ya las entendamos se podría preparar algún proyecto turístico y dar las medidas de cómo debería hacerse ya que los avistamientos son igual una actividad antropogénica”, manifiesta Castro.