2017 fue uno de los tres años más cálidos de la historia

América del Sur vivió el segundo verano más cálido jamás registrado; la temperatura de África alcanzó récords mensuales durante cuatro meses; y Oceanía en julio llegó a los niveles más altos de temperatura medidos en la zona.

Estos eventos ocurrieron en el 2017 y posicionaron a ese año como uno de los tres más calientes de los que se tienen datos. El último informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), publicado este mes, revela que las temperaturas medias mundiales en el 2017 superaron en 1,1 grados centígrados a los niveles preindustriales, que son los que se utilizan como referencia.

Aunque el año pasado fue más fresco que el 2016, lo que llama la atención de los investigadores es que, aunque no hubo la presencia del fenómeno de El Niño, las mediciones de temperatura fueron altas.

Luis Maisincho, docente investigador de la Universidad Amazónica Ikiam y del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), explica que en la región tropical, la temperatura promedio del océano es de 27 grados.

Cuando hay un fenómeno de El Niño, esta puede subir entre 3 y 5 grados y esto causa un alza en la temperatura del ambiente. Según Maisincho, hay un desbalance en la energía, ya que el océano está recibiendo más de lo que puede reflejar y esto repercute en la frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos, como los tres huracanes simultáneos que se vivieron el año anterior.

El informe revela que hubo 84 ciclones tropicales en el mundo durante el 2017 y en el Atlántico Norte hubo 17 tormentas con nombre. Las causas de estos desbalances se relacionan con factores naturales y antropogénicos, dice Maisincho. La contaminación es uno de los factores que no permite que la energía se disipe hacia el espacio y esta se queda entre el océano y la atmósfera, provocando una mayor temperatura.

La reducción del hielo en el Ártico y la Antártida continuaron durante el año pasado. En Groenlandia, desde el 2002, el manto de hielo ha perdido cerca de 3 600 000 de toneladas de masa.

El informe también revela un aumento en el nivel del mar y las concentraciones de gases de efecto invernadero, principales contribuyentes al cambio climático. En Ecuador se están tomando acciones de adaptación y mitigación a las modificaciones del clima.

Según el Ministerio del Ambiente (MAE), una de las principales iniciativas que se está llevando a cabo es el proyecto Fortalecimiento de la Resiliencia de las Comunidades ante los Efectos Adversos del Cambio Climático con énfasis en seguridad alimentaria y consideraciones de género (Foreccsa) en las provincias de Loja, Azuay, El Oro y Pichincha.

En estas zonas se han implementado 86 medidas de adaptación al cambio climático como la construcción de 27 reservorios para aumentar la capacidad de almacenamiento de agua, incorporación de prácticas agrícolas para retener la humedad del suelo y capacitaciones en el tema. Estas medidas son parte del camino para la aplicación del Acuerdo de París que busca que la temperatura media global no exceda los 2 grados centígrados hasta finales de siglo.

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