95 médicos y enfermeras recorren Manabí para atender a pacientes en sectores donde no hay centros de salud ni farmacias

En Manabí, 95 brigadistas recorren a diario la zona urbana y rural para atender a los pacientes, que tienen dificultades para acceder o trasladarse a un centro de salud público.

Los 95 doctores auxiliares de enfermería deben caminar -por estrechos caminos- hasta por una hora y en algunos casos cruzar ríos en canoas, para llegar a esos sectores rurales que no cuentan con subcentros ni farmacias.

Sahira Veliz es especialista en medicina general e integrante de una de las 15 brigadas de la Prefectura de Manabí.

Ella fue una de las primeras doctoras en unirse al grupo de médicos, que se conformó a inicios de la pandemia por covid-19, en marzo del 2020.

Al principio, las brigadas recorrían las viviendas de la zona urbana para formar cercos epidemiológicos y evitar la propagación del coronavirus.

En una de esas visitas, Veliz se contagió y llevó el virus a su casa. Para ella fue una prueba difícil, porque su hijo, de seis años, y su esposo también se enfermaron. Los tres lograron recuperarse. “Tenemos un buen equipo de protección y cumplimos con todas las medidas de bioseguridad. Pero no estamos exentos del virus”.

Apenas se recobró, Veliz regresó a las brigadas. Desde entonces ha recorrido la ruralidad manabita. Para llegar al recinto Boca de Río de Mancoya, en El Carmen, debió hacer un recorrido de más de 30 minutos en canoa y luego caminar otra media hora.

Ella recuerda que el cansancio desapareció al ver la emoción de los pacientes, porque recibirían atención médica.

En ese sector se identificó que la mayoría de niños tenía desnutrición, porque por la pandemia, las familias no podían trasladarse hasta el centro y solo consumían productos de la zona como el plátano.

La brigada logró que se enviara ayuda humanitaria al sector, con productos enfocados en la nutrición infantil.

Esas ayudas también llegaron a Santa Ana y Olmedo y fueron gestionadas por la brigada que cubre esa zona. Raúl Moreira, auxiliar de enfermería, recuerda que en algunas ocasiones no ha podido contener las lágrimas al escuchar las historias de los adultos mayores, que muy pocas veces han recibido atención médica.

En Olmedo, un adulto mayor usaba dos palos como muletas, porque había perdido una pierna en un accidente de tránsito. “Llamamos al Prefecto para contarle la historia y nos ayudó a conseguir las muletas para el paciente”. Entre el 2020 y el 2021, la Prefectura ha entregado 3 049 ayudas humanitarias.

El comunero del recinto La Cabuya en Pedernales, Robert Zambrano, recuerda que durante los primeros meses de la pandemia no podía trasladarse a la ciudad, porque no había buses y no podía comprar la medicina para la presión, que toma desde hace tres años.

Zambrano fue atendido por una brigada y obtuvo medicina gratis. “Fue bueno por la atención médica, pero también porque vimos a otras personas y pudimos contarles nuestros problemas y desahogarnos”.

El médico Francisco Muñoz ha recorrido varios cantones para tratar pacientes con covid-19 y otras enfermedades que no han sido diagnosticadas a tiempo. Ese fue el caso de una niña, de 7 años, que tiene una lesión ocular y que no fue atendida de forma adecuada.

La menor se lastimó mientras jugaba con una diadema. En esos casos, la brigada gestiona la atención médica en una de las casas de salud del Ministerio en las zonas más cercanas a las comunidades.

El prefecto Leonardo Orlando indica que en salud se han invertido más de USD 6 millones en la compra de medicina, pruebas para detectar covid-19, la contratación de 105 profesionales para las brigadas, los hospitales, entre otros.

Orlando afirma que el personal de las brigadas ya fue vacunado, a excepción de dos personas que no lo hicieron por contraindicación médica.

Además, en las brigadas se ha incorporado una para dotar de exámenes oftalmológicos y lentes para los niños, que tienen problemas por el uso constante de los aparatos electrónicos. Hasta el momento se han entregado 3 000 lentes.

Las brigadas van a las comunidades, tras una coordinación entre la Prefectura, los 22 municipios y las 55 juntas parroquiales, de acuerdo con las prioridades y necesidades. (El Comercio)

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