La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y Ecuador renovaron en las últimas horas un ‘Marco de Prioridades’ por un monto de 20 millones de dólares para apoyar a este país andino en sus estrategias para garantizar la seguridad alimentaria durante los próximos cuatro años.
La Cancillería informó que este documento constituye una herramienta de planificación de FAO, que identifica las áreas prioritarias de asistencia técnica que el país requiere del organismo internacional, como son el fortalecimiento de capacidades de las instituciones nacionales vinculadas a la seguridad alimentaria y nutricional; la agricultura familiar y el desarrollo rural; el manejo sostenible de los recursos naturales y la resiliencia frente al riesgo en el sector agro-alimentario.
Este documento fue elaborado en coordinación con el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, a través de la Subsecretaría de Cooperación Internacional, y contó con la participación de más de 20 instituciones y 145 representantes de secretarías técnicas, ministerios, institutos, servicios y agencias públicas; así como gobiernos locales y actores de la sociedad civil.
La iniciativa permitirá orientar un marco estratégico para alcanzar los objetivos consensuados con los actores nacionales y se enlaza directamente con el Marco de Cooperación de las Naciones Unidas para el Desarrollo con el Ecuador, los Objetivos de Desarrollo Sostenible, los Objetivos Estratégicos y las Iniciativas Regionales de la FAO.
La Cancillería precisó que el referente principal para este ‘Marco de Prioridades’ es el Plan Nacional de Desarrollo 2017-2021 “Toda una Vida”, para el que la FAO contribuirá directamente en cuatro de los nueve objetivos previstos en la estrategia gubernamental.
Según se informó, Ecuador recibirá está cooperación internacional mediante la movilización de recursos provenientes del programa de cooperación técnica de la FAO y de donantes internacionales como los fondos ambientales, la cooperación bilateral y a través de la facilitación de la cooperación Sur-Sur.
Estos fondos se verán traducidos en la ejecución de proyectos de asistencia técnica, gestión del conocimiento y transferencia de tecnologías, modelos de gestión para la operativización de estrategias nacionales y el intercambio con misiones de expertos internacionales.
El ministro de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana (s), José Luis Jácome, agradeció el trabajo participativo para la construcción del documento.
“El Sistema de Naciones Unidas tiene una visión planificada que contempla a todos los actores; el sector público, la empresa privada, la academia, la cooperación Sur – Sur y las organizaciones sociales. La seguridad alimentaria no se centra únicamente en la producción sino que es una herramienta para enfrentar los males de la sociedad”, señaló Jácome.
En tanto, el representante de la FAO, John Preissing, señaló que “para lograr un incremento en la productividad del sector agrícola de forma sostenible y para satisfacer la creciente demanda de alimentos es necesario dinamizar la economía y generar mayores oportunidades de empleo rural”.
Este convenio incluye los lineamientos de la Agenda 2030 que establece el compromiso de las naciones para trabajar por un mundo más pacífico, próspero, sostenible y resiliente, con un enfoque en las personas, el planeta, la paz, la prosperidad y las alianzas. (Andes)