Cuentas fiscales están bajo la lupa del Fondo Monetario Internacional

El equipo técnico del Fondo Monetario Internacional (FMI) cumple este lunes, 2 de julio del 2018, 13 días en el país. La visita del organismo culminará este miércoles.

La misión, dirigida por Anna Ivanova, se reunió durante estos días con el Ministerio de Finanzas, el Banco Central del Ecuador, la Superintendencia de la Economía Popular y Solidaria, analistas, exministros de finanzas, gremios empresariales y otros sectores del país.

Los encuentros son parte del proceso de consulta del Artícu­lo IV, un mecanismo a través del cual el multilateral analiza las cifras de la economía relacionadas con los sectores externo y financiero, los indicadores económicos y sociales y las cuentas fiscales.

Este último aspecto es el tema que más consultas ha generado por parte del FMI en las reuniones mantenidas con analistas, la semana pasada.

En uno de esos encuentros, Walter Spurrier, director de Análisis Semanal, explicó a los técnicos del multilateral que es positivo que el Gobierno reconozca que hay un problema fiscal y que se planteen reglas para solucionar el tema, como las propuestas en la ley de fomento productivo.

La reforma propone alcanzar el equilibrio fiscal primario hasta el 2021; es decir, reducir a cero el déficit fiscal de manera que los ingresos sean suficientes para cubrir los gastos del presupuesto (sin tomar en cuenta el pago de intereses de la deuda pública).

Además, propone que en esos tres años no haya límite para el endeudamiento, que hoy es del 40% en relación con el PIB. Para Spurrier, es necesario incluir metas de reducción anual de gasto y de déficit. “Planteé la necesidad de hacer un ajuste real por el lado de los egresos fiscales. Las autoridades prometen que lo harán, pero eso no queda sentado en la ley y, por eso, las medidas no generan confianza en los mercados”, explicó.

La propuesta inicial del Ejecutivo es alcanzar el equilibrio a través de la reducción de gasto, pero en el texto aprobado por la Asamblea no se habla expresamente de cómo se logrará esta meta. De ahí que asambleístas del bloque de Creo, como Ana Galarza, consideraron que esto deja la puerta abierta para que el Gobierno siga endeudándose.

Jaime Carrera, secretario del Observatorio de la Política Fiscal, quien también fue consultado por el FMI, explicó que una de las principales inquietudes del equipo fue conocer cómo el Gobierno planea reducir el déficit. “(El FMI) querrá ver que se procure una reducción del gasto anual de por lo menos en un 2% del PIB”.

Mauricio Pozo, exministro de Finanzas, también abordó este tema con los técnicos del organismo internacional, aunque con una visión distinta. El experto consideró apropiado que no se tome en cuenta el techo del 40% en los próximos tres años, pues será necesario que el país siga endeudándose.

Pero explicó que este esquema requiere un programa ordenado, con candados que eviten, por ejemplo, que los recursos de deuda se usen en gasto corriente. En las reuniones con gremios privados, en cambio, se analizaron los aspectos relacionados con la productividad y competitividad.

Patricio Alarcón, presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano, comentó al organismo que si bien la relación entre el Gobierno y el sector privado cambió de rumbo, y se espera un impulso a las inversiones, todavía hay temas que mejorar. En materia de competitividad recomendó reformas laborales.

Y en lo relacionado a los costos de producción, dijo que es necesario, por ejemplo, revisar las tarifas eléctricas para las empresas. Una vez que el equipo termine su visita en el Ecuador, retornará a Washington para elaborar el informe. El Gobierno deberá decidir si autoriza la publicación del documento.

Miguel Ricaurte, exrepresentante de Chile ante el FMI, indica que la elaboración del texto puede tomar un par de semanas. “Creo que tratarán de darle prioridad para terminarlo antes de agosto, que son vacaciones de verano. Además, porque conocen las necesidades de liquidez del país”.

El multirateral prestará especial atención a la dificultad del Gobierno para alcanzar un equilibrio en los plazos previstos y, con base en eso, “podría incluso analizar qué tipo de ayuda brindará al país. Creo que podría ser asistencia técnica y asistencia financiera”. (El Comercio)

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