Sopa andina de cauca, runaucho, mondongo, caldos de morcilla y de pata; así como locros de acelga, nabo, espinaca, berro, oca, zambo, zuquini, habas y melloco; cachicaldito, librillo, menudo; ají de pepa de zambo, ají de piedra, cariucho del huerto, empanada de tiesto, arroz con leche, son preparados típicos cuyas recetas constan en el libro De la granja a la olla.
La publicación compila 180 platos. Fue una apuesta de la Universidad Autónoma de los Andes (Uniandes), con apoyo de la firma Swissaid. El tiraje fue de 3.000 ejemplares.
Wilson Salas, decano de la Facultad de Dirección de Empresas de la Uniandes, aseguró que a través de la carrera de Gastronomía lo que se pretende es recabar la parte histórica y gastronómica de lo que son los saberes ancestrales en comunidades indígenas de las provincias de Tungurahua, Chimborazo, Bolívar y Cotopaxi, destacando los que realizan cultivo agroecológico.
Salas comentó que en el libro contiene, por ejemplo, diferentes recetas de sopas que se brindan a los campesinos y que son ricas en proteínas.
Respecto a postres, destacó la tortilla de tiesto. Comentó que lo importante es que las recetas permiten conocer más acerca de una alimentación sana. Dijo que el trabajo de investigación tomó alrededor de tres años.
Salas añadió que a los movimientos indígenas de Tungurahua se les propuso editar 1.000 ejemplares traducidos al kichwa. Agregó que analizan una publicación en inglés.
Segundo Caiza, presidente del Movimiento Indígena de Tungurahua sede Atocha (MITA), comentó que publicar el recetario en kichwa será cumplir con lo que señala la Constitución, respecto a la difusión de información en el ámbito intercultural. “Qué mejor hacerlo con el texto que rescata parte de la identidad cultural del país, que es en lo gastronómico”, sostuvo Caiza.
Rosa Jerez, presidenta del Movimiento Indígena de Tungurahua (MIT), dijo que a través del recetario se rescatan saberes ancestrales porque los platos de las comidas típicas son parte de lo que ha sido la vida cotidiana de los pueblos.
Jerez comentó que es importante que la Uniandes haya realizado el proceso investigativo en el campo, porque los conocimientos ancestrales, expuso, nacen desde las bases de las comunidades, lo que será más valorado culturalmente cuando se lo tenga en kichwa. (El Univero)