Lula defiende legado de gobiernos de izquierda con Mujica, Correa y Rousseff

El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva defendió el legado de los gobiernos de izquierda de la primera década de los 2000 en compañía de su sucesora en el cargo, Dilma Rousseff, y de los exmandatarios José Mujica, de Uruguay, y Rafael Correa, de Ecuador.

Los expresidentes suramericanos se reunieron en la localidad brasileña de Santana do Livramento, fronteriza con Uruguay, con motivo del inicio de la gira que Lula, condenado a 12 años de prisión por corrupción, inició hoy en la región sur del país.

«Todos nosotros, que militamos en la política de nuestro continente en los últimos años, vimos al continente avanzar de forma extraordinaria. Creamos una forma de hacer política y eso comenzó a incomodar a los estadounidenses porque no estaban acostumbrados a que tomásemos decisiones sin consultárselo», comentó Lula.

En su opinión, los gobiernos de izquierda resolvieron entonces sellar una «alianza» para «compartir los beneficios y la riqueza» que se producía en la región, un pacto que se rompió tras el cambio hacia la centro-derecha que ha emprendido Latinoamérica en los últimos años.

En el caso de Brasil, Lula (2003-2010), favorito para vencer en las presidenciales de octubre, pero que puede ser encarcelado e inhabilitado tras ser condenado, aseveró que el Gobierno del presidente Michel Temer «atiende a los deseos del mercado» y eso hace «empeorar» la vida de las personas.

Igualmente, el antiguo dirigente sindical se dijo víctima de una persecución judicial orquestada: «Antiguamente cuando ellos querían sacar a un presidente, lo mataban. Después inventaron el golpe militar y ahora usan un proceso judicial».

Lula, que además de la condena, acumula otros seis procesos penales abiertos en la Justicia, la mayoría por supuesta corrupción, reiteró que las acusaciones en su contra son una «mentira», aceptada por un juez y corroborada por un tribunal de segunda instancia.

En este sentido, el exmandatario brasileño se dirigió a Mujica para recordarle que él «está siendo amenazado de prisión», algo que podría ocurrir en los próximos meses una vez agotados los recursos en segunda instancia.

«Estoy aquí en la frontera, podría dar un paseíto en Uruguay, pero no voy, ¿saber por qué? Porque estoy tranquilo con mi inocencia y quien tendrá que salir del país un día serán ellos (sus acusadores)», exclamó.

Correa (2007-2017) dijo, por su parte, que «lo que se está haciendo con Lula» es «gravísimo» y que «la injusticia que se hace contra un hombre es una injusticia contra toda la humanidad».

Rousseff (2011-2016) también salió en defensa de su antecesor en la Presidencia, manifestó que en Brasil se ha implementado «el más negro neoliberalismo» y que los partidos de la izquierda no tienen que preocuparse solo con el crecimiento económico, también con «la felicidad y la realización de las personas».

En la misma línea fue el hoy senador uruguayo Mujica, quien señaló que las derrotas de la izquierda son «hijas de sus divisiones» internas.

«Tenemos que aprender en toda América Latina que sin unidad no hay poder a la larga y que nadie tiene la verdad total», dijo el exmandatario uruguayo (2010-2015).

Lula, quien en su prima día de gira enfrentó algunas protestas en su contra, recorrerá en los próximos días 17 ciudades de los tres estados del sur de Brasil para conversar con la población sobre las demandas sociales de cara a las elecciones de octubre próximo.

Esta es la cuarta gira que el líder del Partido de los Trabajadores (PT) realiza en los últimos meses, tras las que hizo en agosto por ciudades del empobrecido nordeste de Brasil, la de octubre por el estado de Minas Gerais y la de diciembre por Río de Janeiro y Espíritu Santo. EFE

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