Colombia expulsa a venezolanos por afectar la «seguridad nacional» durante las protestas

Un total de 60 ciudadanos venezolanos fueron expulsados de Colombia por presuntamente haber participado en actividades en contra del orden público y la seguridad ciudadana en las manifestaciones que se iniciaron el 21 de noviembre.

Desde la mañana de este lunes, los venezolanos han sido embarcados en un vuelo que salió del aeródromo militar de la Fuerza Aérea Colombiana, en las afueras de Bogotá, hacia la frontera.

Este operativo contó con la participación de la Fuerza Aérea colombiana, en coordinación con Migración y la Policía de Bogotá.

Los supuestos delitos que se le atribuyen a los 60 venezolanos eran excarcelables, por lo que fueron expulsados de Colombia. Los ciudadanos no podrán volver a entrar a ese país de manera regular en los próximos 10 años, ha explicado el director de Migración Colombia, Christian Krüger, quien agregó que de ingresar por vías irregulares, serán judicializados.

El presidente colombiano, Iván Duque, ha calificado como «vandalismo puro» los hechos de violencia que se registraron en Cali y Bogotá después de las protestas en contra de su Gobierno. En ambas capitales se estableció toque de queda.

En las ciudades como Bogotá se han realizado cacerolazos nocturnos y protestas pacíficas, dispersadas por el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía de Colombia, que ha sido señalado por la Defensoría del Pueblo «por el uso desmedido de la fuerza» durante una manifestación en la capital colombiana donde resultó gravemente herido Dilan Cruz, un joven de 18 años.

El pasado viernes, se confirmó que tres personas murieron en medio de las manifestaciones en el departamento del Valle del Cauca y casi 300 resultaron heridas en el país, según el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo. Posteriormente, se informó sobre la muerte de otras tres personas tras la explosión de un camión bomba en Santander de Quilichao, en el norte del Departamento del Cauca.

Advertencias previas de las autoridades

El pasado domingo, Migración Colombia informó en un comunicado su desacuerdo con la medida tomada por el Juzgado 63 Penal Municipal, que concedió la suspensión provisional de la medida de expulsión en contra del ciudadano venezolano Miguel Ángel Calderón Quintero, quien fue detenido en las cercanías de la residencia familiar de Duque, en Bogotá, cuando grababa un video de una manifestación.

Días atrás, la vicepresidenta de ese país, Marta Lucía Ramírez había advertido antes del día fijado para el llamado a paro nacional que desde el exterior se buscaba infiltrar las manifestaciones con fines vandálicos y desestabilizadores. «Algunos quieren sembrar caos, desorden y destrucción, dañando las maravillosas posibilidades que tiene nuestro país», afirmó.

El pasado 14 de noviembre, Krüger confirmó la expulsión de dos venezolanos que «estarían afectando el orden social y la seguridad ciudadana», debido a que presuntamente llevarían a cabo acciones desestabilizadoras en las manifestaciones del 21 de noviembre.

El Gobierno de Duque ha señalado reiteradamente la supuesta infiltración de venezolanos en disturbios en las manifestaciones estudiantiles de septiembre y octubre, sin embargo, hasta ahora, no había presentado pruebas al respecto.

Por su parte, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusó a su homólogo colombiano de la crisis que vive estos días el país vecino y afirmó que es incapaz de «darle paz, bienestar, prosperidad y protección social al pueblo de Colombia». (RT)

 

 

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