La Coordinación General 9 de la Defensoría del Pueblo abrió una investigación sobre el caso de violencia en contra de niños de un plantel tradicional de Quito, por parte de una profesora.
Durante dos años, los alumnos fueron amarrados de manos y pies y amordazados con cinta adhesiva, entre otras cosas, denunciaron sus madres.
Este lunes 17 de febrero del 2020, a través de un pronunciamiento previo al inicio de las investigaciones, la Defensoría del Pueblo informó que el proceso se realiza con el objetivo de recoger información urgente e inmediata de la situación.
“Se ha solicitado a la Junta Distrital de Educación, el proceso administrativo abierto contra la maestra para así decidir la estrategia más adecuada al caso”, señaló la Defensoría.
Además exhortó a todas las instituciones educativas a trabajar en el marco del principio del interés superior del niño, niña o adolescente y en la necesidad de que el entorno educativo sea libre de violencias.
El viernes 14 de febrero del 2020, este Diario publicó el caso, dado a conocer por la nueva docente de los estudiantes, que ahora cursan el sexto de básica, a los padres de familia.
La Subsecretaría de Educación de Quito dijo que la denuncia fue llevada a la Junta de Resolución de Conflictos en octubre del 2019 y que entre las medidas de protección se separó a la profesora de la institución educativa.
Sin embargo, las madres de familia están preocupadas, ya que aseguran que la docente regresó al plantel. Temen por la seguridad de sus hijos.
Tras los hechos denunciados, ocurridos durante los dos períodos escolares anteriores, los niños maltratados han tenido afectaciones psicológicas, luego de ser obligados a tomar leche con ají o a comer máchica hasta atorarse, contaron las madres. (El Comercio)