Frente al gran incremento de casos y el deseo de no tener que cerrar el país por completo nuevamente, el presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, declaró el domingo un nuevo estado de emergencia nacional.
El líder socialista dijo en un discurso televisado que la medida extraordinaria entraría en vigencia este mismo domingo.
Sánchez convocó una reunión de gabinete para preparar el nuevo estado de emergencia, una medida que podría imponer toques de queda y otras restricciones en todo el país.
El estado de emergencia otorga poderes extraordinarios al gobierno nacional, incluyendo la capacidad de restringir de forma temporal los derechos fundamentales garantizados en la Constitución, como la libertad de movimiento.
El gobierno ya ha declarado dos rondas de estado de emergencia durante la pandemia. El primero se declaró en marzo para aplicar un estricto confinamiento en todo el país, cierres de negocios y reclutar al sector privado para la lucha contra el virus. Se levantó en junio, tras frenar la curva de contagio y salvar a los hospitales del colapso.
El segundo se impuso durante dos semanas en Madrid, para obligar al reacio gobierno regional a imponer restricciones de movimiento sobre los residentes para frenar el rebrote. Duró hasta el sábado.
El ministro de Salud, Salvador Illa, ha dicho que su agencia y los responsables regionales de salud y estudiar cómo aplicar los toques de queda nocturnos, quizá como los impuestos a partir de las 21:00 en grandes ciudades francesas.
El estado de emergencia facilitaría a las autoridades tomar medidas drásticas, eludiendo la autorización judicial para muchas de las restricciones. Algunos jueces han anulado medidas que restringían los movimientos en regiones concretas, sembrando la confusión entre la gente.
Las autoridades en todos los niveles del gobierno son reacias a imponer otro confinamiento estricto y el cierre de la actividad económica dada la debilidad de la economía española, que ha entrado en recesión y asistido a un gran aumento del desempleo en los últimos meses.
España se convirtió esta semana en el primer país europeo que supera el millón de casos confirmados de COVID-19. Sin embargo, Sánchez admitió el viernes en un mensaje televisado que la cifra real podría ser de más de 3 millones de personas, debido a la falta de pruebas diagnósticas y otros factores.
España reportó el viernes casi 20.000 casos diarios y 231 muertes, elevando a 34.752 el total de fallecidos por la pandemia en España.