A pesar de haber tenido, durante algunos años, un impuesto verde para financiar la mejora de la calidad de los combustibles y que se gastaron más de $2.200 millones en una supuesta repotenciación de la Refinería de Esmeraldas, las gasolinas nacionales están entre las peores de América Latina. No cumplen los requerimientos mínimos de emisiones y están lejos de las exigencias internacionales.
En el mejor de los casos se alcanza la normativa Euro 2 y, en el caso de diésel, apenas es Euro 1, es decir, tenemos un retraso de más de 20 años, según Santiago Encalada, especialista del Laboratorio de Ensayos de la Escuela Politécnica del Ecuador.
En países vecinos, como Perú y Colombia, se tienen estándares Euro 3 y Euro 4, respectivamente. En otros, como Chile y Argentina, la calidad llega a Euro 5; mientras que en Europa se prepara la implementación de Euro 7.
Límites ante la mala calidad
Oswaldo Erazo, Secretario Ejecutivo de la Cámara de Distribuidores de Derivados de Petróleo del Ecuador, explicó que el manejo político permitió que, en 2015, se dispusiera que se despache la gasolina extra con dos octanos menos de lo regular. Esa disposición, en primera instancia, tenía una validez hasta diciembre 2020; pero en enero de este año, el Servicio Ecuatoriano de Normalización (INEN) hizo permanente esa disminución en la calidad.
Desde el sector privado, la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador busca que finalmente se establezca una normativa que regule y mejore esta situación, debido a que trabaja en una propuesta para la importación de combustibles con calidad Euro 5.
La razón de esa propuesta es que las malas gasolinas no solo contaminan y afectan la salud, sino que también limitan la oferta de vehículos en el país que, en muchos casos, necesitan parámetros Euro 3 o superior.
El ministro de Energía, René Ortiz, ha reconocido las deficiencias, pero asegura que la concesión de la Refinería de Esmeraldas y la aplicación de la disposición del decreto 1158, que manda que el INEN emita una normativa en máximo 120 días, permitirá llegar en el mediano plazo a estándares Euro 5. (JS)
Continúan las dudas sobre cálculo de precios
A la falta de una normativa efectiva para mejorar la calidad de los combustibles, se suma el manejo poco claro de los precios. Desde este mes, la Agencia de Regulación y Control de Energía y Recursos No Renovables de Ecuador calcula un valor mínimo y máximo para la extra, ecopaís y diésel, pero de acuerdo con Oswaldo Erazo, Secretario Ejecutivo de la Cámara de Distribuidores de Derivados de Petróleo del Ecuador, no se termina de entender cómo se lo hace.
“Por ejemplo, en el caso del diésel, se establece un precio mínimo de $1 cuando el costo con el que despacha Petroecuador es de, al menos $1,10. Tampoco se entiende por qué este mes la extra con etanol (Ecopaís) aparece con un subsidio de 7 centavos por galón, cuando ya no tenía eso”, aseveró.
El resultado final de todo esto es que sigue siendo un mal negocio para los privados importar combustibles de mejor calidad, para competir en un mercado manejado de manera poco clara por el Estado. (La Hora)