La dotación de alimentos para los estudiantes de Ecuador tendrá cambios. Por ello, el Ministerio de Educación acatará lo que indica la nueva Ley de Alimentación Escolar y su reglamento, que según María Brown, titular de esta cartera de Estado, establece que de manera progresiva se incorporará comida fresca que provenga del territorio donde residen los estudiantes.
Al momento, según Brown, se mantiene el modelo de nutrición que ha heredado de los últimos gobiernos, que es la provisión de una leche o jugo y una porción de barra de cereal, que llega a unos 2,3 millones de estudiantes. Por ahora, cada ración tiene un costo de 33 centavos de dólar.
Las modificaciones se iniciarán con un plan piloto, con el apoyo de gobiernos seccionales e incluirá una ración de fruta. Luego, esta estrategia se aplicará inicialmente en Portoviejo y luego se irá ampliando de manera progresiva en el resto del país, añadió.
“Asimismo estamos haciendo con el Programa Mundial de Alimentos y la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, por sus siglas en inglés), un modelo para ir cambiando el modelo de alimentación escolar a nivel nacional, que ahora es un modelo unificado… también para cumplir progresivamente con el incremento del número de estudiantes que reciben esta alimentación escolar, hasta la fecha se mantiene (actual entrega de raciones alimenticias), no se va a suspender, se ampliará”, declaró Brown al medio JipiTv.
Brown llegó el jueves pasado a la parroquia El Anegado de Jipijapa a la apertura de la escuela 13 de Junio. En esa comunidad del sur de Manabí la ministra anunció que espera que hasta finales de año se abran nuevamente unas 100 escuelas cerradas en la zona rural en gobiernos anteriores; al momento ya se han reabierto unas 24.
“Antes nuestros niños tenían que recorrer largas distancias y por horas para llegar a clases, pero hoy eso se terminó, la escuela vuelve a estar cerca de ustedes. Agradecemos a las comunidades por su apoyo y este tipo de obras van a continuar para otorgar las mismas oportunidades y garantía del derecho a la educación”, dijo Brown, quien estimó una inversión de unos 650 millones de dólares para poder abrir los 1.000 planteles cerrados.
La ministra indicó que el plan de vacunación avanza como se había proyectado al inicio del Gobierno, y aquello genera la confianza para que más planteles vuelvan a clases de forma semipresencial y voluntaria. Hasta la semana pasada, unos 600.000 estudiantes de edades entre los 16 y 18 años ya habían sido inmunizados contra el COVID-19, mientras que con la inoculación de jóvenes de entre 12 y 15 años se estima que hasta finales de octubre ya se hayan vacunado unos 1,3 millones de estudiantes de 12 a 18 años.
Sobre el cumplimiento de pagos pendientes que mantiene el Ministerio de Educación con proveedores como quienes elaboraron uniformes para los estudiantes, Brown confirmó que se tienen varios procesos heredados, y por ahora se están consolidando todos los expedientes de notificaciones de adeudamientos.
“Ahora precisamente hemos establecido un equipo destinado para el efecto, que está compuesto por personal administrativo-financiero y abogados de los distritos a nivel nacional para identificar todas las deudas pendientes y progresivamente ir cumpliendo con todas esas deudas que han afectado a muchos proveedores, que en muchos de los casos además son parte de la comunidad”, señaló Brown.