La fuerza del mar movió los sacos y las rocas que servían de muro de contención en algunos balnearios de Santa Elena. Mientras que, en Salinas, el principal destino turístico de la provincia, el agua atravesó el malecón e ingresó hasta la segunda avenida.
Estos son los efectos del periodo de aguaje y oleaje, anunciado por el Instituto Oceanográfico de la Armada (Inocar) entre el 22 y 25 de enero de 2019. Ayer concluyó el impacto de un tren de olas provenientes del Pacífico Norte. El aguaje máximo finalizará mañana.
“Se prevé en la zona costera continental un estado de mar con intensidad agitado y ligeramente agitado”, advirtió el Inocar. Para este jueves se espera que las condiciones disminuyan levemente y que el mar esté entre moderado y ligeramente agitado.
El Servicio Nacional de Gestión de Riesgos dio la alerta roja por un nivel alto de amenaza en 33 localidades costeras. Para ocho playas se activó la alerta amarilla.
La mañana de este jueves, el Municipio de Salinas activó un operativo para la recolección de la arena y la conchilla que se asentaron en la avenida del malecón y las calles aledañas. La tarde de ayer el mar entró a las vías, principalmente cerca del muelle de la Capitanía del Puerto, donde la playa cada vez se acorta más. (El Comercio)