Diario El Universo.- Unas 3,9 toneladas de droga fueron decomisadas el pasado 30 de diciembre en una vivienda ubicada en la ciudadela El Prado del cantón Montecristi. Ese fue el mayor cargamento de estupefacientes incautado en un solo lugar en Manabí el año anterior.
Con este decomiso, que también permitió la aprehensión de un hombre con antecedentes por tráfico de drogas y asesinato, en Manabí se incautaron en todo el 2022 más de 18 toneladas de drogas.
Sumada esa carga, el año anterior en Ecuador se decomisaron 201 toneladas de estupefacientes, según Pablo Ramírez, jefe de Antinarcóticos de la Policía Nacional.
Las investigaciones que culminaron con este importante decomiso se iniciaron hace seis meses, según Óscar Quintana, de la Unidad de Antinarcóticos de la Policía Nacional en Manabí.
La droga estaba en 3.383 paquetes que se encontraron dentro de 88 sacos de yute. Se estima que la droga se la pretendía enviar por vía marítima a alguna nación del centro o norte del continente.
Ramírez señaló que durante el 2022 se detuvo a 12.760 personas por el delito de tráfico internacional de drogas y por microtráfico, al igual que se decomisaron 1.008 armas de fuego.
El año anterior se incautaron 90 toneladas de químicos para procesamiento, al igual que $ 7,8 millones.
Ramírez dijo que se incrementó el decomiso de drogas en los puertos del país, pues mientras que en el 2021 se incautaron 54 toneladas, en el 2022 lograron detectar y prohibir el paso de 77 toneladas, es decir, un incremento del 42 % en relación con el 2021.
“También es importante destacar la destrucción de sustancias catalogadas sujetas a fiscalización, en este año (2022) fueron 301 toneladas destruidas, superando a las que se destruyeron en tres años consecutivos, 2019, 2020 y 2021, que fueron 278 toneladas, y sumadas a las 90 toneladas de precursores líquidos con los que se pretendía procesar unas 400 toneladas”, indicó Ramírez.
El jefe policial nacional indicó que tras reuniones de coordinación desarrolladas con sus pares de Colombia, se identificaron unas 89.000 hectáreas en el cordón fronterizo norte relacionadas con la siembra y cosecha de hojas de coca, y aquello representaba la inmovilidad de 213 toneladas de droga en ese sector.
Puertos europeos de Países Bajos, Bélgica, España, Lituania y Francia fueron los que decomisaron droga con origen ecuatoriano, pues hasta allá se envió el 78 % del total de la droga que se detectó en el extranjero y que tuvo a Ecuador como partida.
Para el 2023, la unidad Antidrogas de la Policía Nacional fortalecerá los controles e impulsará buenas prácticas policiales con la creación de un sistema informático al igual que la tecnificación de verificaciones en puertos.
Así, por ejemplo, en Guayaquil se dará paso a la Operación Blasón G, que converge a la zonificación de una metodología predictiva que analizará indicadores y fórmulas matemáticas lo que permitirá a la Policía Nacional tener una objetividad a la hora de intervenir en cada uno de los distritos del país.
Mientras, la Operación Interca busca la interdicción en vías de primer, segundo y tercer orden del país y así fortalecer controles en las rutas del Ecuador.
En la tercera operación, denominada Pluarse, se busca a través de la tecnificación el perfilamiento de puertos y aeropuertos, lo que les permitirá a los agentes antinarcóticos el aumento de la efectividad en las investigaciones.
Y finalmente la Operación Confron, que tiene relación con el fortalecimiento y control en las fronteras tanto del norte como las del sur tomando en consideración que de acuerdo con las intervenciones investigativas en el cordón fronterizo del norte ingresan al país diferentes tipos de drogas y desde el sur varios químicos sólidos y líquidos, al igual que municiones y explosivos, detalló Ramírez.