Como es de conocimiento global, la violencia contra el género femenino, además de los grupos LGBTIQ+, está asentada en todo el mundo, por lo que diferentes colectivos sociales luchan diariamente por erradicar esta problemática.
En este contexto, el Programa Prevenir la Violencia contra las Mujeres (PreViMujer) de la Organización Alemana GIZ, en cooperación con la Universidad San Martín de Porres de Perú en Ecuador, realizaron un estudio denominado: “De la evidencia a la prevención: cómo prevenir la violencia contra las mujeres en las universidades ecuatorianas”.
Emily Guevara, integrante del Colectivo Tremendas Ecuador, ente que también apoyó al citado proyecto, en diálogo con ENtv, canal digital del Grupo Corporativo EL NORTE, manifestó que “es importante entender que la violencia no está solamente en las instituciones públicas y privadas, sino que está en todos los espacios, incluidos los entornos educativos”.
De esta reflexión es que precisamente surgió esta iniciativa, que conforme fue tomando forma, ganó más adeptos.
Estudio
Tras la planificación correspondiente, para determinar si existe o no violencia en los establecimientos de educación superior del país, Guevara acotó que se efectuaron las pertinentes invitaciones a 62 universidades, entre públicas y privadas, pero sólo habrían accedido a participar 16.
Entre ellas: Universidad Internacional del Ecuador (UIDE); Universidad del Azuay (UDA); Universidad Estatal de Bolívar; la ESPE; Universidad Técnica de Ambato; Universidad Técnica Equinoccial (UTE); Universidad Técnica de Manabí; Ikiam; Universidad Politécnica Salesiana; Universidad Politécnica Estatal del Carchi; Escuela Politécnica del Litoral; la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL); la Universidad Andina Simón Bolívar; la PUCE y sus sedes, incluida la de Ibarra; Escuela Politécnica Nacional y la Universidad Nacional de Chimborazo.
Resultados
Cabe contextualizar que para efectos de la investigación se realizaron encuestas a más de 23.261 estudiantes y 4.064 docentes y personal administrativo de las entidades educativas, las que arrojaron los siguientes resultados:
“4 de cada 10 estudiantes autoidentificados como LGBTIQ+ vivieron algún tipo de violencia por parte de su par, profesor, personal administrativo o asociado a la universidad, al menos 15 veces al año”.
En cuanto al ámbito de la violencia contra la mujer, en cambio, algo que llamó mucho la atención fue que el estudio concluyó que “el hecho de que tantas personas presencien actos de violencia contra las mujeres y por razones de género, sin actuar, es un reflejo de actitudes permisivas hacia la violencia.
3 de cada 10 mujeres (35,8 %) y 3 de cada 10 hombres (32,4 %) justifican expresamente la violencia contra las mujeres”.
Recomendaciones
Deyanira Moreta, activista feminista y abogada, coincidió con las recomendaciones finales que hace el estudio, en donde se remarca que entre 6 y 7 de cada 10 integrantes de la comunidad universitaria afirman que nunca han sido capacitados sobre violencia contra las mujeres en la universidad, y desconocen dónde buscar ayuda o las políticas y normativas universitarias contra esta problemática, por lo que la idea es implementar un modelo integral de prevención y cero tolerancia.