Los fuertes vientos registrados en Quito, en el transcurso de esta semana, han causado temor en la gente y daños materiales. Por ejemplo, el ECU 911 reportó la caída de siete árboles, el martes 18 de julio, en diferentes sectores de la urbe.
Asimismo, la Empresa Eléctrica informó que hubo daños en su sistema que provocaron la suspensión del servicio y fallas en la distribución de electricidad. Eso no es todo ya que los pasajeros de los vuelos, que arribaron a la capital, pasaron sustos en los aterrizajes.
A continuación, el testimonio de la guayaquileña Stephanie Guarderas, quien vino a la capital desde Guayaquil y contó su experiencia a Ecuavisa.com:
«Salí de Guayaquil a las 06:26 y tenía previsto llegar pronto a la capital. Todo transcurrió con normalidad y estaba a tiempo, pero cuando comenzamos a descender a Quito se dieron las turbulencias.
Hubo dos intentos de aterrizaje, pero no se pudo. Entonces, el piloto nos indicó que debíamos dirigirnos a Manta, en Manabí, para cargar combustible. Luego lo tratamos dos veces más y finalmente logramos aterrizar a las 10:34 con una turbulencia importante.
Sentimos pánico en el primer y segundo intento de aterrizaje. En el tercero, tratamos de guardar las formas, pero estábamos descompuestos porque la aeronave se sacudió bastante. El piloto nos indicó que íbamos a realizar un sobrevuelo sobre la ciudad, de 15 a 20 minutos, para ver si las condiciones meteorológicas nos permitían llegar a la pista del aeropuerto.
En ese momento, los pasajeros expresaron su malestar y sugirieron que lo mejor era regresar a Guayaquil. Finalmente, al cuarto intento, logramos pisar Quito. El problema fue que los vientos movían con mucha fuerza al avión cuando comenzábamos a descender.
El piloto y demás personal a cargo del vuelo nos calmaban, pero la situación era difícil. Imagínese, de Guayaquil salimos a las 06:26 y recién a las 10:24 conseguimos tomar pista en la capital«.
«Hay viento en los tramos de aproximación al aeropuerto de Quito»
Bolívar Dávalos Cárdenas es director Servicios de Navegación Aérea de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC). Contó a Ecuavisa.com que el aeropuerto Mariscal Sucre de Tababela comenzó sus operaciones 2013 y, desde ese tiempo, se ha podido observar sistemáticamente la presencia de viento con mayor velocidad en el tramo de aproximación hacia el sur de la pista.
Ocurre con mayor fuerza en la época de verano que favorece a las corrientes cortantes, ascendentes y descendentes que, en casos extremos, produce la desestabilización de las aeronaves y las aproximaciones frustradas; es decir, cuando un aparato no completa el aterrizaje y debe hacer un sobrevuelo a la pista e iniciar una nueva aproximación.
«Eso se ha podido observar en el comportamiento del nuevo aeropuerto. En el antiguo, las condiciones eran de visibilidad, más que de corrientes de aire que obliguen a hacer sobrevuelos».
Acotó que la última palabra sobre la operación o no de la aeronave en las fases de aproximación la tiene el piloto. «La autoridad aeronáutica y control de tránsito aéreo no pueden cerrar las operaciones del aeropuerto por las corrientes de aire. Es un tema que debe ser asumido por el piloto y consecuentemente del operador aéreo».
En las aproximaciones del aeropuerto se presenta el fenómeno -indicó el funcionario- pero en la mayoría de casos es manejable por las tripulaciones de vuelo, porque no son condiciones extremas como pasa en otros lugares del mundo. «El comportamiento del viento, en los tramos de aproximación al aeropuerto Mariscal Sucre de Quito no son calificados como extremos».
Es decir, para la utilización de una pista, la velocidad del viento no puede ser mayor a 10 nudos. Cuando sobrepasa ese índice, el control de tránsito aéreo proporciona instrucciones al piloto para que la operación aérea se realice en otra pista.