Andrés Arauz y Guillermo Lasso se disputarán los votos del centro

Catorce días de incertidumbre. Una autoridad electoral con credibilidad eclipsada proclamó la madrugada del tercer domingo de febrero los resultados oficiales de la jornada electoral. Andrés Arauz (UNES) recibió el 32,7 por ciento de los votos válidos, que representan algo más de tres millones de apoyos. Guillermo Lasso (CREO y PSC), acumuló 19,74 por ciento; esto es, 1,83 millones de adhesiones en urnas.
En la segunda vuelta, el 11 de abril, se medirán ambos finalistas. Guayas, Manabí y Los Ríos son, en ese orden, los principales bastiones electorales de Arauz. Sin embargo, retrocedió en Cuenca y Quito.
Lasso tiene su fortín electoral en Quito y disputa votos al correísmo en Guayaquil. Cuenca se pronunció a favor de Yaku Pérez, cuyo resultado final (19,39 por ciento, 1,79 millones de votos) no le alcanza para segunda vuelta.
Hay una diferencia de 32.590 votos entre Lasso y Pérez, que en términos porcentuales se expresa en décimas.
Al cierre de esta edición, una marcha de apoyo al candidato de Pachakutik avanzaba desde Loja hacia Quito. Pérez insiste en la tesis del fraude. El descontento refleja la incapacidad de viabilizar el acuerdo entre Lasso y Pérez, para el recuento de votos en todas las actas de Guayas y en la mitad de actas de 16 provincias; ese pacto se logró en una reunión el viernes 12 de febrero.
Pacto roto
El informe preliminar de observación de la OEA señala que la publicación de una carta por parte de la candidatura de CREO “generó incertidumbre sobre la vigencia del acuerdo y dio lugar a un intercambio de acusaciones”.
La OEA es clara en el papel que tuvo el Consejo Electoral. “A la incertidumbre generada por la nota de uno de los candidatos se sumó un vacío de información por la falta de comunicación del CNE. La situación se vio agudizada por la decisión del órgano electoral de suspender la sesión convocada para el lunes 15 de febrero, en la que se debían definir los próximos pasos a seguir en el proceso electoral”.
El integrante del colectivo Voces por la Democracia, Fausto Camacho, advierte que el CNE “no hizo todo lo que podía y tenía la obligación de hacer para dar certezas al país; al CNE la función electoral le quedó muy grande, no es una conducta que aparece ahora, estuvo presente en 2019 y tan grave fue que la provincia de Los Ríos estuvo 83 días sin prefecto”.
Por la denuncia de un posible fraude, presentada por Pérez, la Fiscalía inició un proceso investigativo en forma reservada. Una diligencia inicial se relaciona con una pericia informática. En tanto, la Contraloría pidió auditar los procesos informáticos del ente electoral.
Para el excandidato a la vicepresidencia Julio Villacreses, “el propio Consejo Electoral pone en peligro la segunda vuelta, si se empeña en poner trabas a la excitativa fiscal y al pedido de la Contraloría. No hay idoneidad en la autoridad electoral y ha sido notoria la falta de capacidad de diálogo entre los mismos consejeros”. El excandidato alerta que hubo signos de irregularidades en la provincia a la que representa, Manabí, por denuncias de falsificación de credenciales. “Si no se toman correctivos para dar veracidad al proceso, cualquiera de los dos candidatos tendrá un déficit de legitimidad, empezará un gobierno débil en una coyuntura económica muy complicada”.
Nuevos electores
Los finalistas apuntan a los electores del centro, que en el espectro político se definirían como moderados, no alineados ni con la izquierda ni con la derecha.
También afinan estrategias para llegar a los electores de 16 a 23 años (generación Z), que representan el 21 por ciento del padrón. Los de 24 a 39 años (Millennial) son el 34 por ciento. Juntos, ambos grupos etarios suman el 55 por ciento. Muchas de estas adhesiones en urnas fueron captadas por los candidatos Pérez y Hervas, que en los resultados oficiales terminan como tercero y cuarto.
La estrategia de Arauz
La lucha final entre Arauz y Lasso consistirá en la habilidad de captar simpatías entre estos votantes. Ambos buscan ampliar su base de electorado. Y deberán lograrlo hasta los primeros días de abril, cuando se realice la segunda vuelta.
Antes de la proclamación de resultados oficiales, Andrés Arauz ya estaba en campaña; pero no en el territorio nacional, sino en el corazón del imperio. Se reunió con representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI), acompañado por el excanciller del correísmo Guillaume Long.
Sin embargo, en la reunión con el FMI, Arauz expuso sus planes para “reforzar la economía dolarizada del Ecuador”, como recogieron las agencias de prensa.
Así, el finalista para la segunda vuelta buscaba exorcizar el fantasma de la “desdolarización” que lo persigue, y que tomó más fuerza cuando anunció su plan clientelar de “mil dólares para un millón de familias”, que prometió días antes de la Navidad, en 2020.
Con miras al balotaje de abril su discurso era conciliador hacia los mercados. Viajó por invitación de los migrantes; se reunió con posibles inversionistas.
A su regreso al país, Arauz informó que hizo gestiones para que lleguen recursos adicionales del FMI, de un rubro especial llamado “derechos especiales de giro”. Y dejó en claro ante el organismo internacional que no se podrá aplicar un recorte fiscal de tres puntos del PIB en un año.
Su esposa Mariana Véliz lo apoya en primera línea, revelan cercanos. Es hija del rector de la Universidad Técnica de Manabí, Vicente Véliz, quien fue el primer embajador del gobierno de Correa en Irán; presentó cartas credenciales en julio de 2011. De cara a los comicios de abril, Arauz buscará profundizar el distanciamiento con la posición radical de Correa.
Los ases de Guillermo Lasso
Apenas se conocieron los resultados oficiales emitió un escueto comunicado. Su mensaje central encierra un llamado al diálogo: “Tengan la plena seguridad de que a través de su voto los he escuchado y entiendo que es necesario acoger propuestas e ideas distintas a las mías, a veces coincidiremos, a veces no, pero conmigo siempre habrá el espacio para tener un diálogo frontal y sincero que sume al objetivo de conseguir el #ElEcuadordelEncuentro”.
Ese lema lo hizo público por primera vez, 10 días luego de realizada la primera vuelta y cuando ya había fracasado el acuerdo para el recuento de votos con el candidato de Pachakutik.
Como estrategia, creó un acceso directo a su candidatura a través de varios links a cuentas de WhatsApp. Un estilo de acercamiento directo que parece inspirado en la estrategia de Xavier Hervas. Esta consiste en buscar un puente directo con los electores, a través de plataformas sociales.
En la cuenta oficial de Lasso por Twitter explicó que está trabajando por construir “más y mejores propuestas”. Creó un enlace de acceso directo vía WhatsApp para la Sierra, la Costa y para Galápagos.
A partir de entonces, sus mensajes por Twitter adquirieron un matiz de invitación. “En la narrativa de la campaña y el plan de gobierno incluiremos nuevas propuestas para llegar a #ElEcuadorDelEncuentro donde todos tengan un espacio para vivir en paz”.
Sin embargo, para captar a votantes de generaciones Z y Millennials su apuesta tiene un límite: según sus críticos, debe enviar señales de apertura hacia sectores progresistas. “Escucharé a todos los sectores”, dijo. (Vistazo)

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