El Diario.- A Gloria Farías le parece contradictorio pagar todos los meses por un servicio que apenas recibe: el agua potable. Ella reside en el sector María Luisa III de Pedernales y asegura que ha estado hasta un mes sin el líquido vital.
Pero eso no la ha exceptuado de pagar su planilla a la empresa de agua. “Haya o no agua, la planilla de consumo llega y hay que pagarla”, indicó. El malestar de esta ciudadana es comprensible, sobre todo tras conocer que Manabí es la provincia de Ecuador territorial con mayor costo promedio del metro cúbico (m3) de agua para consumo humano.
Así lo determinan los datos del Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC), que detallan que la tarifa promedio en la provincia es de $ 0,48 por m3. Le siguen Esmeraldas ($ 0,42) y Santo Domingo de los Tsáchilas ($ 0,41).
Tarifa de agua potable por provincias
Mientras que en Galápagos, que tiene mayores dificultades para brindar el servicio por su ubicación fuera del continente y porque el agua en la mayoría de los casos es desalinizada y eso la hace más cara, la tarifa es de $ 1,03 (ver gráfico).

El portovejense Rafael Mendoza, quien trabaja desde hace siete años en Quito, se dijo sorprendido al conocer que el agua es más costosa en Manabí pese a su calidad deficiente. “En Quito es normal tomar agua de grifo, porque tiene muy buena calidad. Algo que no se puede hacer en ciudades como Portoviejo, Manta, Chone, donde el agua puede llegar turbia”, comparó.
Cabe precisar que el costo promedio de un m3 de agua en Ecuador es de $ 0,29, uno de los más bajos del continente. De acuerdo con datos de Global Water Intelligence, la tarifa promedio de un m3 de agua en el mundo es de $ 2,34. En América Latina es de $ 1,85.
Otro problema nacional en el servicio de agua es la facturación o cobro del mismo. Según el INEC, a nivel nacional se facturó el 48,2 % del agua distribuida por los municipios en 2023. Es decir, que el porcentaje restante “se perdió”, ya sea en fugas, líneas clandestinas o en servicios imposibles de medir y cobrar. Pichincha y Carchi fueron las provincias con mayor porcentaje de facturación con el 76,2 % y 71,4 %, respectivamente.
Esto facturó Manabí
En este punto, Manabí facturó 29,7 %, siendo la tercera provincia con menor facturación. En otras palabras, sólo se cobraron 3 de cada 10 m3 distribuidos desde las diferentes plantas potabilizadoras de los cantones manabitas.
Héctor Farfán García, miembro del Frente Cívico Manabí, indicó que “el problema del agua potable debe analizarse desde su origen y para eso hay que considerar que la provincia, de acuerdo a su geografía, no recibe agua de los nevados, por lo que el primer problema es la captación y luego vienen el tratamiento y distribución”, lo que encarece el servicio.
Dijo que “la solución definitiva en la captación está en el Proyecto Hídrico de Manabí (PHIMA), que es la obra más importante para nuestra provincia y de la que hoy ninguno de los candidatos a presidente está hablando”.
El PHIMA incluye la construcción de obras hidráulicas, como represas y sistemas de riego, para garantizar el acceso al agua potable y el uso agrícola. Así como la creación de oficinas descentralizadas para la gestión de estas obras.
Farfán añadió que “el problema de la facturación demuestra, en la mayoría de los casos, la ineficiencia de los gobiernos autónomos descentralizados, que a través de las empresas públicas de agua no logran facturar lo que entregan. La provincia necesita un gran acuerdo entre los administradores y consumidores, que permita una solución para los próximos 50 años en el tema del agua”.