Bolivia es uno de los países que más basura electrónica genera

Con un promedio de 3,3 kilogramo por habitante, Bolivia genera al menos 36.400 toneladas de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) al año. Pero en la relación de países en función de basura por habitante, según el último informe de “Global E-waste Monitor 2017”, nuestro país se ubica en el puesto 15 de 16 mas “contaminantes” de América Latina.

En términos generales, según el informe,  los países latinoamericanos que más desperdicios electrónicos generaron fueron Brasil (1,5 toneladas métricas), México con 1 tonelada métrica y Argentina con 0,4 toneladas métricas.

Uruguay se sitúa como el más contaminante por habitante con 10,8 kilos por habitante, seguido por Costa Rica con 9,7, Chile con 8,7, Argentina con 8,4, México con 8,2 y Brasil con 7,4 kilogramos por habitante.

En cambio, Bolivia se encuentra en el puesto 15, por debajo de Perú (5,8), Ecuador (5,5%) y Guatemala (4,0) y por encima de Nicaragua (2,2) kilogramos por habitante año.

«Estoy de acuerdo con este dato», señala, Claudia Cárdenas, directora de la Fundación Viva, al citar dos razones: la primera es que el Global E-Waste Monitor maneja información precisa y actualizada del sector de RAEE a nivel mundial. La segunda es que además de que nuestro país no tiene una población muy grande y nuestros sectores industriales y comerciales tampoco son de gran tamaño, está el hecho de que «no se ha tomado en cuenta en el informe, la cantidad de e-waste o basura electrónica acumulada en grandes almacenes de instituciones públicas en las que si bien se dieron de baja no se han sacado aún», argumenta.

Aspectos conceptuales. 

Según diversas organizaciones de asistencia técnica en el país como Fundare (Fundación para el Reciclado) y Viva, la basura electrónica o RAEE, tiene que ver a todos los celulares, computadoras, impresoras, cámaras fotográficas y demás equipos electrónicos que ya no usas se consideran basura electrónica y representan un problema para nuestro planeta.

Según el último Informe del Monitor Global E-waste 2017, los frigoríficos, los televisores, teléfonos, computadoras y demás equipos que descartamos contienen sustancias que representan un riesgo para el medio ambiente y para la salud.

Además de un peligro para el medio ambiente y un llamado de atención también para quienes desechan basura digital.

«(Estos residuos) son un potencial peligro para la población, pues solo la batería de un celular es capaz de contaminar 50.000 litros de agua», enfatizó en su momento, Moira Galvez, directora ejecutiva de Fundare, dependiente de la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco).

Definitivamente, es un tema nuevo, argumenta Cárdenas, dado que se desconocen los peligros de la basura electrónica tanto para el medio ambiente como para la salud de la población. «No tenemos aún la cultura del reciclaje, muchos guardan sus RAEE pensando que tienen valor, pero en realidad es basura y es tóxica si no está correctamente almacenada», apuntó.

En el contexto global y regional. 

El último reporte, de diciembre de 2017,  del Monitor Global E-waste 2017, en total, la basura electrónica generada en el planeta en 2016 fueron 44,7 millones de toneladas métricas, lo que equivale a 4.500 torres Eiffel de basura.

Los desechos electrónicos crecieron en un 8% en dos años y solo se recicló el 20% de la basura generada, a pesar de contener oro, plata, cobre, platino, paladio y otros materiales recuperables de alto valor.

El valor estimado de forma conservadora de los materiales recuperables en los desechos electrónicos del año pasado fue de 55.000 millones de dólares, que es más que el Producto Interno Bruto (PIB) de 2016 de la mayoría de los países del mundo. Se sabe que alrededor del 4% de los desechos electrónicos de 2016 han sido arrojados a vertederos; el 76% o 34.1 millones de toneladas probablemente terminaron incinerados, en vertederos, reciclados en operaciones informales (patio trasero) o permanecen almacenados en nuestros hogares. Sobre una base per cápita, el informe también muestra una tendencia ascendente.

Eso sí, la ONU destacó que cada vez más países están adoptando legislación al respecto.

Sobre América Latina, el documento señala que la región tiene mucho por hacer en esta materia ya que genera grandes cantidades de basura electrónica, pero además tiene bajos índices de recolección y reciclaje.

Durante 2016, América Latina produjo 4,2 toneladas métricas con una media de 7,1 kilos de chatarra generada por habitante.

Uno de los principales problemas en esta subregión, destaca el informe y los medios internacionales también, es la falta de regulación de los desechos electrónicos. Solo 7 países de América Latina aplican legislación nacional sobre desechos electrónicos (Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México y Perú). Algunos países recientemente comenzaron el proceso de promoción de la legislación sobre residuos electrónicos (Argentina, Brasil, Panamá y Uruguay).

En el caso de Bolivia.  Tanto las fundaciones Viva y Fundare, coinciden en señalar que Bolivia despertó  tarde a la magnitud del problema, sin embargo, se tienen normas regulatorias que todavía falta complementarlas y ejecutarlas. Mientras tanto la importación formal de los Aparatos Eléctricos y Electrónicos (AEE), se hizo imparable en la última década.

Adicionalmente, a la importación formal, destaca Fundare que por cada 10 AEE importados de manera formal 7 ingresan por la vía del contrabando, lo cual incrementa la cantidad de AEE sin registro y control en el territorio nacional.

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