Cero millones de dólares es la sorprendente cantidad de dinero que el Tottenham Hotspur ha gastado en las últimas dos periodos de fichajes en Europa para convertirse en uno de los finalistas de la UEFA Champions League.
Dos periodos de fichajes, verano e invierno, en los que los ‘Spurs’ no han abierto la cartera para incorporar jugadores.
Prácticamente una quimera que no hace sino engrandecer aún más el mérito de los de Mauricio Pochettino, que pueden lograr el sábado 1 de junio del 2019 el título más importante de su historia.
Las dos ediciones de la Premier League, las ocho FA Cups, las cuatro Copas de la Liga, las dos Uefas y la Recopa quedarían en nada ante la inmensidad de una Copa de Europa conseguida a base de construir un equipo y no comprarlo.
Ha sido un año marcado por la construcción del nuevo campo y por los retrasos en la inauguración del mismo. El coste millonario del proyecto cerró el grifo de los millones de Daniel Levy y el Tottenham se vio abocado a tirar de lo que tenía, con un éxito sin precedentes. Aunque lo que tenía ya había costado un importe importante hace dos temporadas.
Fue en la campaña 2017-2018 cuando el Tottenham incorporó a Davinson Sánchez por USD 44,55 millones, a Lucas Moura, por USD 32,30, a Serge Aurier, por USD 27,84 , a Fernando Llorente, por USD 16,70, y a Juan Foyth, por USD 14,47 millones. En total, USD 133,65 millones.
Una cifra que se antoja ridícula en comparación con lo que se maneja hoy en día, cuando cualquier fichaje de renombre supera ampliamente los 50 millones de euros (USD 55,69 millones al cambio actual).
Una de las claves para que esta estrategia poco dada al gasto haya funcionado ha sido conservar a las grandes estrellas.
En el pasado mercado veraniego no salió nadie del Tottenham y solo en invierno, Mousa Dembelé se marchó a la liga china a cambio de 5 millones de euros (USD 5,56 millones al cambio actual). Harry Kane, con contrato hasta 2024, Heung-min Son, con contrato hasta 2023, Christian Eriksen (2020) y Dele Alli (2024) se han mantenido en el proyecto de Pochettino, permitiendo conservar un equipo con un gran once inicial y con un banquillo solvente, como han demostrado jugadores como Moura y Llorente en las últimas instancias de la Champions.
La final del Wanda Metropolitano es la última etapa para los londinenses y el culmen de la hoja de ruta dibujada por Pochettino cuando aterrizó en White Hart Lane hace cinco años.
Después de la noche del 1 de junio, las cosas, para bien o para mal, cambiarán en el Tottenham y se hace casi imposible vislumbrar otro verano en blanco en el capítulo de fichajes. Antes de ello, aún quedará un partido para disfrutar del equipo de cero millones de dólares. (El Comercio)