El belga Wout Van Aert (Visma Lease a Bike) hizo honor al maillot verde firmando un triplete como vencedor en un esprint entre dos en la décima etapa de la Vuelta, disputada entre Ponteareas y Baiona, de 159,6 kilómetros, en la que conservó el maillot rojo de líder el australiano Ben O’Connor (Decathlon Ag2r).
Van Aert o el poder del esprint. El ciclista de Herentals, de 29 años, fue el gran protagonista de la primera etapa gallega. Provocó la fuga buena del día, seleccionó rivales y remató con triplete superando cómodamente al esprint al francés Quentin Pacher (Groupama), impotente ante la superioridad del belga en el uno contra uno.
Después de alzar los brazos en Castelo Branco y Córdoba, la tercera victoria llegó junto a la costa atlántica de Baiona. Marcó un tiempo de 3h.50.47, a una media de 41,597 km/hora, el mismo que Pacher. A 2.01 minutos llegaron los otros protagonistas de la escapada, Marc Soler, Lecerf y Hollmann, y a 5.31 el grupo principal, con Ben O’Connor conservando el jersey rojo de líder.
“Quería estar en la fuga, pensé que los escaladores llegarían más frescos al puerto y que ganarían, pero pude resistir, y ha sido muy bonito ganar aquí en presencia de mi familia”, dijo Van Aert.
O’Connor sigue siendo feliz al frente de la general. Una jornada de transición en la que mantuvo las diferencias, es decir, con Roglic a 3.53, Carapaz a 4.32, Enric Mas a 4.35, Mikel Landa a 5.17 y en la novena plaza Carlos Rodríguez a 6 minutos.
La primera etapa gallega salió de Ponteareas, localidad que puede presumir de tener 3 ciclistas como ganadores de la Vuelta, Delio Rodríguez (1945), con récord de victorias, 39; su hermano Emilio (1950) y Álvaro Pino (1986). Suficiente inspiración para los 160 corredores que tomaron la salida, con 3 bajas, 2 de ellas por el Covid.
De inicio, múltiples intentos de fuga. El descanso en Vigo recargó las pilas de un pelotón que pasó las de Caín con el calor del sur. Nombres ilustres involucrados en la búsqueda de una escapada por un terreno ondulado, con 4 puertos, el último de ellos de 1a, con la cima a 20 de meta.
En el descenso del Alto de Fonfría (2a,15.3 km à 4.3 %) se formó una expedición interesante con Van Aert (Visma), Marc Soler (UAE), Lecerf (T-Rex), Hollmann (Alpecin) y Pacher (Groupama), éste último el mejor clasificado a más de media hora del líder. Luz verde para la aventura.
El pelotón no se puso muy nervioso ante el escenario de la etapa. A 60 km de meta, y con el encadenado de 3 puertos por delante, el retraso del grupo principal era de 6 minutos, el mismo que en el Alto de Vilachán (3a, 6,3 km al 5,5), y algo superior al paso por el Puerto de Mabia (2a, 6 km al 5,7).
Soler no aguanta, Van Aert bate con facilidad a Pacher
A 30 km de meta la victoria de etapa estaba delante. El gran grupo se desentendió del quinteto rebelde. Al pie de la última subida soltó la primera carta Van Aert, y le respondió Pacher. Ambos unieron fuerzas e intenciones para descolgar a Soler y Lecerf, coronar el puerto y descender hacia Baiona para jugarse la gloria junto a la costa de las Rias Baixas.
Lucha desigual. Pacher soñaba con estrenar su palmarés como ciclista profesional. En 2022 estuvo a punto de lograrlo en a Vuelta con un segundo puesto tras Rigoberto Urán en el Monasterio de Tentudía. Y Van Aert optaba a su triplete y su 49 triunfo profesional, el número 12 en grandes vueltas, ya que tiene 9 etapas del Tour de Francia.
Tras superar juntos el Alto de Mougás (1a, 9,9 al 6,1), Van Aert y Pacher se lanzaron hacia meta. Se entendieron hasta asegurar el duelo entre dos. A la hora de jugarse la etapa la historia cambió. Van Aert solo tenía que esperar el momento de la aceleración final, del remate. Pacher trató de descolgar ante a Van Aert.
Mucho rival para esa maniobra. Se impuso la lógica, el enorme potencial del maillot verde. Van Aert, bronce olímpico de crono, ganador de Milán San Remo, Amstel, Strade Bianche, además de 3 veces campeón mundial de ciclocrós, dejó su sello. Otra vez. Van tres veces en su debut en la Vuelta.
Este miércoles se disputa la undécima etapa con salida y llegada en Padrón, con un recorrido de 166,4 km. Se trata de la “clásica” gallega que empieza a ser habitual en la Vuelta, con 4 ascensos, el Alto de Fonfría (3a, 15.3 km al 4.3%), un doble paso por el Puerto Aguasantas (2a, 5.6 km al 6.1) y el Cruxeiras (2.8 km al 9). Jornada propicia para no descartar sorpresas mayúsculas.