El primer ministro portugués, Antonio Costa, es blanco de la cólera de los médicos de su país tras llamar «cobardes» a los profesionales que fueron enviados a una casa de salud donde el covid-19 provocó la muerte de 18 personas.
«El presidente de la ARS (Autoridad Regional de Salud) envió a los médicos para que hicieran lo que tenían que hacer. Y los muchachos, cobardes, no hicieron nada». Desde el fin de semana, las polémicas declaraciones del primer ministro circulan en las redes sociales en un video de apenas siete segundos de duración.
Esta conversación, «off the record», fue grabada al final de una entrevista de Costa con el semanario Expresso, publicada el sábado.
«Privadas o públicas, estas declaraciones reflejan un estado de espíritu ofensivo hacia los médicos», estima en un comunicado la Orden de Médicos, que inmediatamente solicitó una reunión urgente con Costa, prevista para este martes de mañana.
«A pesar de la falta de medios (…), los médicos jamás se han negado a cooperar e inclusive han seguido atendiendo a los ancianos enfermos», señala la Orden, que desecha las acusaciones del jefe de gobierno.
En la entrevista a Expresso, se le preguntó a Costa sobre las disfunciones en una casa de ancianos ubicada en Reguengos de Monsaraz (sur del país), donde murieron 18 personas.
Reconociendo las carencias, el primer ministro subrayó que se trataba de una entidad privada y afirmó que el Estado «reaccionó inmediatamente» para ayudar a los enfermos, una vez alertado por los empleados del lugar, que al estar ellos mismos contagiados no podían hacerlo.
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