Miri Regev, ministra de Cultura y Deportes de Israel, explicó que la suspensión del encuentro de fútbol amistoso entre la selección de Israel y de Argentina obedeció a la intimidación sobre los futbolistas de albicelesete: “El partido fue suspendido por una única razón, las amenazas de muerte a Messi y su familia”. Regev mostró fotos de camisetas de Argentina ensangrentadas: “Estas fotos muestran que elementos terroristas amenazaron las vidas de Messi, su familia y otros miembros del equipo argentino. Es el viejo-nuevo terrorismo, que atemoriza a los deportistas. Es el mismo terrorismo que causó la masacre de Múnich 72”.
Regev dijo que las amenazas no provenían sólo del movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS). «Estas son amenazas reales de elementos terroristas contra la vida de la estrella del equipo argentino (Messi) y su familia”. También rechazó que fue el traslado de Haifa a Jerusalén lo que provocó la suspensión del duelo. «No es Jerusalén ni Haifa, son las amenazas a la vida de Messi”.
Estas declaraciones van en la línea de lo que aseguró este miércoles la Embajada de Israel en Argentina, que consideró que las «amenazas y provocaciones» dirigidas a Messi suscitaron la «solidaridad de sus compañeros y el temor a concretar el amistoso». «La amistad entre la República Argentina y el Estado de Israel, próxima a cumplir 70 años, no se dirime en un partido de fútbol», aclaró la embajada en un comunicado, después de conocerse que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) decidió cancelar el partido tras una intensa campaña del movimiento BDS, que promueve el Boicot, Desinversión y Sanciones a Israel hasta que acabe la ocupación israelí de los territorios palestinos.
Para la sede diplomática del país hebreo, «las amenazas y provocaciones» dirigidas a Lionel Messi, que «lógicamente suscitaron la solidaridad de sus compañeros y el temor a concretar el amistoso», no son «ajenas a la cotidianidad de la población civil en Israel». «Cuyos deportistas, sin ir más lejos, han sido en numerosas oportunidades objeto de violencia y atentados», señala el texto difundido.
«La sociedad plural israelí (compuesta por judíos, musulmanes y cristianos) espera siempre con ansías poder recibir a las principales figuras del deporte argentino», concluye la Embajada de Israel en Buenos Aires.
En Jerusalén, miles de israelíes quedaron decepcionados ante la noticia de que no verían a Messi y otros ídolos jugar en la ciudad, un encuentro con la selección israelí para el que se habían agotado las entradas en un tiempo récord.
Desde el momento de conocerse la noticia, la suspensión del partido alcanzó un fuerte componente político. No obstante, el primer ministro, Benjamín Netanyahu, llamó al presidente argentino, Mauricio Macri, para tratar la cuestión.
Fuentes del Gobierno del país austral confirmaron a Efe ese contacto del mandatario israelí a su homólogo argentino, quien a su vez «hizo una consulta a la AFA a raíz de la llamada».
«Y en AFA le dijeron que no querían jugar por solidaridad a las amenazas que había sufrido (Leo) Messi», añadieron las fuentes, que remarcaron que el Ejecutivo no participa en la elección de la sedes donde juega la selección y reiteraron su «posición histórica» en pro del diálogo palestino-israelí. Mientras, el presidente de Israel, Reuvén Rivlin, aseguró hoy estar muy preocupado por lo que considera la «politización» de la selección de Argentina.
En Israel lamentan que Argentina no dispute finalmente el amistoso. «Es una lástima que la nobleza futbolística de Argentina no haya resistido la presión de los que odian a Israel», escribió en Twitter el ministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman. (AS)