Según datos emitidos por el Ministerio del Ambiente y Agua, en los últimos siete años, se han retenido más de 6.000 animales silvestres vivos, mediante operativos de control de tráfico de vida silvestre.
Ante esta problemática, la cartera de Estado lanzó la campaña «¡Alto! El tráfico de la vida silvestre es un delito», que busca combatir la venta ilegal de especies naturales y cuyo comercio puede afectar gravemente la biodiversidad en el país.
Con la iniciativa se pretende sensibilizar a la población sobre la importancia de proteger la fauna y flora silvestre del país e informar acerca de las implicaciones legales que tiene este delito, las mismas que se encuentran estipuladas en el art. 247 del Código Orgánico Integral Penal (COIP).
Paulo Proaño, ministro del Ambiente y Agua, señaló que “nuestro país afronta una lucha implacable contra estas actividades ilícitas que, a más de ser una amenaza para la biodiversidad y el bienestar de los ecosistemas, también impacta a la salud pública, el desarrollo sostenible y la seguridad”.
Por su parte, Sebastián Valdivieso, director ejecutivo WCS, mencionó que “esta pandemia de COVID-19 y sus devastadoras consecuencias sociales y económicas, debe hacernos reflexionar sobre los grandes riesgos que conlleva la destrucción de los ecosistemas naturales y la interacción con animales silvestres. Los traficantes no solo transportan animales, sino también enfermedades zoonóticas con el potencial de producir futuras pandemias”.
Mientras que, Marco Garnica, subdirector técnico de Doctrina del ECU911, manifestó que “es importante que la ciudadanía conozca el proceso de denuncia y emergencia por casos de tráfico de vida silvestre, a través del 1800DENUNCIA y las líneas de 911”.
El teniente coronel de la Unidad de Protección del Medio Ambiente de la Policía Nacional, William Reyes, señaló que “la UPMA cuenta con 233 servidores policiales a nivel nacional para dar un apoyo constante en el territorio en coordinación con el personal técnico del MAAE”.
El tráfico ilegal de vida silvestre, es un problema de largo alcance. En el territorio nacional, las provincias de mayor incidencia son: Orellana, Napo y Pastaza, Imbabura, Pichincha, Cotopaxi, Azuay, Tungurahua, Manabí, Guayas y, en la región insular dentro de sus áreas protegidas.
Especies como loros, pericos, guacamayos, boas, tortuga terrestres y marinas, caimán, mono cusumbos, coatíes, entre otras son las más traficadas, mientras que, las especies de flora silvestre se encuentran las orquídeas, bromelias y musgo.
Una de las consecuencias del tráfico, es el maltrato que sufren los animales silvestres, los cuales son sometidos a condiciones intratables durante su captura, transporte y comercialización. En esta dinámica las especies sufren lesiones y contagios entre otros individuos.
La campaña nacional, es desarrollada por el MAAE en coordinación con Wildlife Conservation Society (WCS), Unidad de Protección del Medio Ambiente de la Policía Nacional, Coordinadora de Medios Comunitarios Populares y Educativos del Ecuador – Corape y el Servicio Integrado de Seguridad ECU911, será replicada en todas las provincias del país, a través de un trabajo educomunicacional, mediante la difusión de charlas y talleres para motivar a la ciudadanía a defender la biodiversidad y ser agentes del cambio para la preservación de todo organismo vivo que se encuentran en los ecosistemas.