La pintura reivindicativa del artista, escultor, grafista y muralista ecuatoriano Oswaldo Guayasamín (1919, Quito) llega a Madrid con una exposición que da el pistoletazo de salida a una programación homenaje que celebra cien años de su nacimiento.
«España es el único país, a parte de Ecuador, donde Guayasamín ha pintado» y donde tejió numerosos lazos personales y culturales, declaró este martes 11 de junio del 2019 la hija del pintor, Berenice Guayasamín, en la inauguración de la exposición en la Galería Sánchez Bustillo con la obra de su padre.
«Su obra -añadió- no necesita traducción, ni explicación, habla por sí misma». La programación que conmemora los 100 años del nacimiento del pintor, organizada por la fundación del pintor y la Embajada de Ecuador en España, estará integrada por conferencias, mesas redondas y eventos culturales.
La hija del pintor, que se mostraba emocionada por el reconocimiento y la transcendencia del trabajo de su padre en España, inauguró hoy martes junto con el embajador de Ecuador en España, Cristóbal Roldán, la exposición.
Durante el evento, el artista español Pablo Manso (1993, Madrid) realizó una performance en el que trató de mantener un diálogo artístico con la obra del fallecido pintor, inspirándose «en la gama cromática» de sus cuadros, que comparte con el artista latinoamericano, y que plasmó en un gran lienzo realizado durante el acto.
Tras recitar un poema, el embajador de Ecuador en España, Cristóbal Roldán, subrayó la opresión y violencia que plasmó el artista en sus obras y recalcó «la valentía, el talento y la defensa de los derechos de la mujer» que realizó el pintor quiteño en una sociedad «típicamente opresora como la latinoamericana».
Guayasamín, figura de la pintura indigenista, destaca por sus obras expresionistas que reflejan el dolor y la miseria de la humanidad, y su trayectoria artística y social le valió numerosos premios, como el galardón a la Defensa de los Derechos Humanos, otorgado por la Unesco en 1994. El maestro ecuatoriano fue declarado en 1999 «Pintor de Iberoamérica» por la IX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, y plasmó en etapas como la «Edad de la Ira» y la «Edad de la ternura», emociones y reflexiones sobre la violencia y el amor, obras que pueden visitarse ahora en la galería madrileña. «El sufrimiento y la angustia que el mundo vive actualmente es el mismo que había en el siglo pasado, por eso yo creo que él seguiría pintando sobre ello hoy en día», relata la hija de Guayasamín. (El Comercio)