El sistema tributario en Ecuador tiene tres grandes barreras

Mientras en la región la tasa de impuestos corporativas llega, en promedio, al 31,6%, en Ecuador es 42,5% cada año. Y solo es uno de los ejemplos. El analista económico Alberto Acosta Burneo explicó que el sistema tributario no fomenta el emprendimiento y la generación empresas. “El tributo efectivo a los negocios no solo incluye el 25% de Impuesto a la Renta, sino también el 10% de dividendos y el 15% de participación de trabajadores”.

A eso se suma otras cargas como el Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) y la pesada estructura de aranceles, donde se encarecen los bienes de capital y los insumos. “Todo el esquema incentiva el consumo y no la inversión, debido a que está estructurado para complicar y quitarle al emprendedor casi la mitad de sus utilidades anuales”, acotó Acosta Burneo.

Recalcó que para cambiar esa situación se deben dar algunos pasos. Primero se debe eliminar la política de cambios normativos constantes. En este Gobierno ya hemos tenido tres reformas tributarias. En segundo lugar, las autoridades deben trabajar para que reduzcamos la tasa impositiva para empatar con la media de la región y, al mismo tiempo, ir reduciendo impuestos nocivos, como el ISD.

Sin embargo, otra gran traba al emprendimiento tiene que ver con aspectos culturales que persisten y son un lastre para el desarrollo del país. “Ecuador no es entorno propicio para invertir, entre otras cosas, porque un gran porcentaje de la sociedad ve mal cuando un negocio genera utilidades. Sectores como el indígena siguen proponiendo que la salida a la crisis es ahogar a las empresas con más impuestos. No se entiende que solo la producción y emprendimiento generan riqueza y mejoran la calidad de vida”, añadió.

12 días en trámites tributarios
El analista tributario Javier Bustos afirmó que el empresario, sobre todo el pequeño y mediano, debe enfrentar una maraña de pagos y trámites que, según el estudio ‘Doing Business’ del Banco Mundial, le cuesta en tiempo, al menos, 300 horas al año: un poco más de 12 días laborales.

Además de los costos directos como impuestos y tasas, los emprendedores deben cubrir múltiples costos indirectos solo para cumplir con los requisitos de Ley, sin que exista ninguna instancia u órgano que se preocupe por facilitar la vida de ecuatoriano que quiere hacer empresa.

“El empresario debe manejar obligaciones en cuatro frentes como el Servicio de Rentas Internas, Municipio, Aduanas y Seguridad Social. En todos hay una serie de pagos y declaraciones. Lo peor son las administraciones municipales, donde no hay orden ni decisiones técnicas. Cada ciudad tiene sus propias reglas”, aclaró.

Por ejemplo, un pequeño restaurante debe cumplir entre 12 y 13 permisos cada año, lo que representa más de 5.000 dólares en gastos. Asimismo, a escala nacional hay más de 50 tasas y contribuciones.

Sin coordinación
A pesar de los esfuerzos aislados del Servicio de Rentas Internas (SRI), con el fin de digitalizar y automatizar trámites, no existe, según Bustos, nada parecido a cumplir de manera electrónica todo los requisitos y pagos, y donde las instituciones nacionales y locales compartan información. “Los trámites presenciales deberían realizarse solo en casos excepcionales y la documentación tendría que presentarse una sola vez”, puntualizó.

Falta mucho por hacer, pero no todo se queda en la acción gubernamental. Bustos cuestionó que, si bien una gran parte de la informalidad se debe a las trabas burocráticas y costos impositivos, en el país predomina una gran cultura de la evasión.

“Hay grandes negocios que no facturan ni se formalizan porque así tienen más ingresos. No nos gusta pagar y cumplir con las reglas. Eso se vio recientemente cuando se quiso subir los precios, porque se está obligando a los vendedores de gas realizar facturación electrónica”, concluyó.

Fuente: La Hora

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