En el biocorredor del estuario del río Portoviejo se cosecha arroz orgánico

En la zona baja del valle del río Portoviejo se producen en la actualidad 56 hectáreas de arroz orgánico, la nueva propuesta de producto alimenticio que busca proponer un alimento más sano y que su proceso de producción no implique la utilización de químicos.

Este proyecto forma parte de la propuestas de servicios y emprendimientos que se genera tras el proyecto Manabí Convida, ejecutado por la Fundación para la Investigación y Desarrollo Social (Fides), y financiado por el Fondo Ítalo-Ecuatoriano para el Desarrollo Sostenible, y cuyo proceso inició hace más de un año, según confirmó Bolívar Aragundi, dirigente de la comunidad de Las Gilces, uno de los territorios en donde se produce este arroz.

El apoyo a este y otros bioemprendimientos desplegados a lo largo del estuario del río Portoviejo se da para el turismo comunitario, la sal artesanal y el arroz orgánico, que ya es comercializado entre 35 y 36 dólares el quintal en este momento de introducción del producto al mercado.

Estas propuestas de ayuda se generan a favor de las comunidades Santa Teresa, San Roque y San Jacinto, pertenecientes al cantón Sucre, y Las Gilces de Portoviejo, en proyectos que también tienen socios estratégicos en los gobiernos provincial y locales. Solo en San Jacinto no se produce el arroz, pero sí se da el apoyo a la producción de la sal artesanal y emprendimientos turísticos.

Andrea Calispa, técnica de ambiente de la fundación Fides, señaló que con la producción de arroz orgánico se mejorará la calidad del agua y el ecosistema en general, tanto para la fauna como las aves, y para las personas. En el componente de arroz orgánico se pretende apoyar a 230 familias y 115 hectáreas hasta el año 2023.

Según Aragundi, en promedio cada hectárea cultivada con arroz orgánico produce unos 80 a 100 quintales. Son 56 hectáreas y cada hectárea pertenece a una familia, pero se espera expandir el cultivo y producción.

“La diferencia es que el rendimiento en relación al arroz tradicional es más alto, y la producción se basa en prácticas antiguas, todo manual, sin químicos, los insumos de soporte son orgánicos y en ese tema recibimos capacitación”, declaró Aragundi.

Walter Salazar, técnico de agricultura orgánica de la fundación Fides, indicó que con el cultivo de este arroz se busca una agricultura limpia, agroecológica, donde las familias puedan elaborar insumos naturales, utilizando lo que se tiene en su finca como, por ejemplo, restos de cosechas, mejorando el tema del suelo, y el medio ambiente, sin uso de químicos.

El grupo creó la página de facebook Raíces Manabas y Fides para atender pedidos de personas interesadas. (El Universo)

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